- A la espera de que, como ya publicó este periódico, la Diputación y los trabajadores de Artium mantengan una segunda reunión a principios de septiembre tras la primera toma de contacto que tuvo lugar el pasado 31 de julio en el Palacio de la Provincia, el conflicto laboral surgido en torno a la nueva licitación para la prestación del servicio de auxiliares de atención al público sigue los pasos ya anunciados por la parte sindical hace un mes. De nuevo ayer, como sucedió el 30 de julio, el exterior del museo fue escenario de una concentración de protesta en la que se reiteró la intención ya expresada de realizar tres días de huelga (4, 9 y 11 de septiembre) antes de convertirla en indefinida a partir del 15 si no se encuentran vías de solución que pasan, de manera fundamental, por el mantenimiento de los puestos de trabajo.

Con el respaldo de ELA y CNT, los trabajadores volvieron a recordar los argumentos que vienen esgrimiendo desde la aprobación el pasado 15 de julio del nuevo concurso para adjudicar los servicios de atención al público del centro de arte contemporáneo. Según la parte sindical, la licitación contempla una reducción del presupuesto del 20% con respecto al contrato anterior, que data de 2018, lo que se va a traducir en la desaparición de puestos de trabajo (sobre todo, en el caso de los cinco eventuales actuales) y en más carga de esfuerzo y tareas para el personal que se quede. En este sentido, los trabajadores vienen denunciado desde hace varias semanas en redes sociales las condiciones que se está encontrando el público asistente este verano, haciendo uso de vídeos y fotografías que, según explican, les están haciendo llegar los propios visitantes. Con consignas como “recortes en cultura, política de usura”, las personas concentradas ayer volvieron a exigir que “se rehagan nuevos pliegos que garanticen el mantenimiento de todos los puestos de trabajo y la calidad del servicio”, una idea que ya se trasladó a la Diputación en la citada reunión de julio.

Como sucedió tras la primera protesta, también ayer el museo hizo pública su posición a través de una nota de prensa, en la que apuntó que “desde el respeto profundo a las posiciones respectivas, Artium espera que este conflicto, que no es la mejor opción para ninguna de las partes y tampoco para sus usuarios ni para el sector de la producción artística y cultural, se resuelva lo antes posible”. El centro explicó, como ya lo hizo en julio, que el nuevo pliego está sujeto al Convenio Colectivo del Sector de Ocio, Educativo y Animación Sociocultural de Álava, que permite la subrogación “de todo el personal indefinido fijo que presta el servicio de atención al público” y que no se plantea la eliminación de ninguna categoría profesional más allá de que se planteen “cambios organizativos para adaptarse a una mejor cobertura de las necesidades del museo y sus usuarios”.