GASTRONOMÍA
Dos recetas imprescindibles para disfrutar de San Prudencio
La princesa de la tele escribe
rase una vez una copresentadora que nunca presentaba, una princesa que no reinaba, pero vivía de contar sus dramas e intimidades a golpe de talonario tras quedarse embarazada de un torero. Ni fueron felices ni comieron perdices pero se empeñó, y mucho, en que la niña se comiera el pollo. Su vida daba para un libro y lo publicó. Se vendió por miles pero nadie ha visto jamás ninguno en el salón de ninguna casa. P.M.