- Claustrofóbica y cargada de crítica social, 4x4, la nueva cinta del argentino Mariano Cohn, interpela directamente al espectador para ponerlo en una complicada tesitura ante una historia que plantea la moralidad de tomarse la justicia por la mano. Una película que, "por primera vez en el cine argentino", dice su director, "retrata la inseguridad, un tema tabú".
Generar debate y remover al espectador es una máxima en el cine de Mariano Cohn, quien, junto a su compañero de batallas Gastón Duprat, ofrece un proyecto en el que se pone sobre la mesa un tema que parece levantar ampollas en Argentina. Estrenada allí en 2019 con gran respuesta en taquilla, así como en diferentes festivales alrededor del mundo, la película aterriza este viernes en España a través de Orange TV para encerrar al espectador en un coche junto a Peter Lanzani, protagonista de la cinta, y plantearle preguntas incómodas y con gran enjundia moral.
Esta vez Cohn dirige en solitario, mientras Duprat ejerce el papel de guionista y productor -algo que ya ocurrió, de manera inversa, en Mi obra maestra-. La excepcional dupla, que maravilló al mundo con la codirección de El ciudadano ilustre en 2016, logra atrapar al espectador a todos los niveles, tanto a través de la sensación de encierro físico en un coche como a través del frenético (y, desde luego, sorprendente) ritmo de la película. Resulta complicado que una película que desarrolla el 80% de su trama dentro de un coche sea capaz de convertirse en un producto que no aburre sino todo lo contrario, que adquiere el carácter de thriller y en el que cada minuto es una sorpresa para el espectador. En ese sentido, tienen mucho que ver los factores técnicos, el guión y, cómo no, la interpretación de Peter Lanzani, que sostiene tres cuartas partes de la cinta con su expresión facial, una sarta de palabras malsonantes y gruñidos de todo tipo y un coreografiado movimiento dentro del reducido espacio que supone un 4x4, de ahí el título.