- Nadie es quien es y todos son lo que no quieren ser. Así se presenta Anfitrión, una comedia de enredos y de identidades robadas que, a partir del texto de Molière, llega al Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida de la mano del director Juan Carlos Rubio.
Y llega como una troupe de tiriteros ya en decadencia que decide poner en marcha Anfitrión. El espectador asistirá a una constante sucesión de escenas donde la confusión y las identidades robadas imperan, como si estuviera ante la falsa realidad que muchas veces impera en las redes sociales, donde “todos quieren ser lo que no son”.
“El teatro es un espejo del momento que se vive”, dijo Rubio en referencia al juego de identidades y falsas apariencias.