- Sus fortalezas. Sus sueños. Sus miradas... Son retratos, y no solo, que hablan de todo eso y más, fotografías que el vitoriano Jon Martínez Ibarra ha ido creando para dar forma al proyecto Montaña en femenino, que desde ayer se puede ver en el Photomuseum de Zarautz, donde la exposición, compuesta por 27 imágenes, va a permanecer abierta al público hasta el próximo 23 de agosto. De hecho, él acudirá este viernes para acompañar los primeros pasos de la muestra con una presentación a los visitantes.
En realidad, ella, la montaña, no está presente como tal. A ellas -Sara Catalano, Nuria Planell, Marta Alejandre, Estíbaliz Ochoa...-, el creador las ha llevado al estudio para, en blanco y negro, captar vivencias, experiencias, esfuerzos, trabajos y anhelos, para retratarlas pero también para fijar su mirada en detalles, manos, utensilios o gestos, imágenes que sirven como hilo conductor de la muestra. "Todas dijeron que sí, más allá de que algunas nunca habían participado en algo parecido. Han sido sesiones muy interesantes", apunta el autor, que mantiene viva la serie, más allá de que en el último medio año haya paralizado los encuentros para centrarse en la producción y edición de la exposición, para lo que ha contado con la ayuda económica de la Federación Alavesa de Montaña.
Fue en el seno de la Escuela de Artes y Oficios de la capital alavesa donde la idea empezó a tomar forma. "Tenía que hacer un proyecto de fin de curso y dándole vueltas a qué podía hacer, qué podía ser cercano a mí y qué podía realizar, se me ocurrió unir la montaña y la fotografía", dos sendas que marcan el camino vital de Martínez Ibarra. "La montaña es igualdad. En ella no hay diferencias entre hombres y mujeres". Es la base sobre la que se construye esta obra, lo que espera transmitir a quien se acerque a verla en la localidad guipuzcoana.
No en vano, aquí, como en muchos otros aspectos de la vida, hay quien se empeña en crear distinciones. "Lo ves, por ejemplo, en los medios de comunicación, en las revistas y demás. Parece que algo está cambiando, pero siempre es predominante la presencia del hombre. Se ve en la publicidad pero también en las crónicas que se hacen sobre estas cuestiones. Parece que cuando se habla de una expedición de mujeres, la noticia es que son mujeres las que la realizan, no que hayan hecho tal o cual montaña. Cuando son hombres, nadie destaca el hecho de que lo sean. A ellas no se les da el protagonismo que debieran tener. Y cuando son expediciones mixtas, parece que son ellos los que llevan el peso y ellas las que van detrás. Hay una especie de cultura del hombre que dice que él siempre es el que va tirando. Es algo que todos tenemos dentro y me incluyo".
En parte para desmontar ese imaginario, el fotógrafo ha ido construyendo una creación que, como anécdota, nunca terminó siendo presentada como ese proyecto de fin de curso en Artes y Oficios. La idea fue más allá. "Al principio, empecé haciendo fotografías a amigas y conocidas mías que practican el alpinismo. Cuando seguí hacia adelante, contacté también con profesionales, guías de montaña, deportistas de elite, gente amateur pero que tiene una actividad constante e importante en el mundo de la montaña... y poco a poco, fui conociendo a más y más gente. Además, cuando pude enseñar las primeras imágenes y así explicar mejor lo que quería hacer, a todas les fue gustando y se fueron animando", recuerda.
Ahora es el momento de quienes se acerquen a Zarautz para recorrer una muestra que el autor quiere seguir moviendo de cara a futuro, también en Gasteiz, aunque en la capital alavesa "es complicado exponer. No hay muchos sitios para ello y es complicado entrar en ese mundo, que te conozcan y quieran contar contigo". De todas formas, ya ha habido primeros contactos con la Fundación Vital y la apuesta es poder acudir a sus espacios en 2021. Todo llegará. De momento, lo inmediato pasa por el Photomuseum de la localidad guipuzcoana.