- Nada de John Zorn, ni Simple Minds; nada de Cécile McLorin-Salvant; nada de Hiromi y su piano, ni del trío de Dave Holland, Kenny Barron y Johnathan Blake y, por supuesto, nada de una inauguración en la playa de la Zurriola. Los organizadores de la 55ª edición del Jazzaldia esperan que el festival pueda llevarse a cabo, pero, desde luego, no como les gustaría a muchos aficionados a este género musical. La incertidumbre sobre la celebración o no del Festival de Jazz de Donostia se ha mantenido como un fantasma y ayer, por fin, comenzó a esclarecerse, tras una reunión que tuvo lugar ayer entre el Ejecutivo donostiarra y los principales agentes culturales de Donostia. Así, la organización del Jazzaldia anunció la suspensión de toda la programación prevista y que se anunció, en gran parte, el pasado mes de diciembre, cuando también se pusieron a la venta las entradas. A quien hubiese adquirido algún pase le será retornado el valor del mismo, de forma automática si la compra la hizo por Internet, o en la taquilla del Victoria Eugenia, cuando esta reabra.
“La materialización del programa no es posible”, explicaron desde el Festival de Jazz. Por un lado, el encuentro se enfrenta a la eventualidad de que la concentración de miles de personas en escenarios gratuidos y de pago “no puede suceder de momento”. Asimismo, el desplazamiento, de artistas también se descarta a causa de las restricciones por el covid-19. Aún y todo, la organización sigue con la intención de llevar adelante el Jazzaldia, aunque en “versión reducida”. El encuentro será reducido en cuanto al número de conciertos y también “mucho” en lo que respecta a aforos. Eso sí, tratará de “mantener su principal seña de identidad: la plaza de la Trinidad”.
Las fechas se mantienen, entre el 22 y el 26 de julio, aunque el festival estaría supeditado al “necesario permiso de Sanidad”. Asimismo, ante la imposibilidad de traer a artistas de fuera, la organización ha apostado reforzar la apuesta del país: “Esta será una edición dedicada al público local; que programará artistas principalmente locales y que, por supuesto, observará con exquisito cuidado las reglas y normas de salvaguarda de la salud pública”.