- La Unión de Actores y Actrices ha propuesto "un parón de 48 horas" en redes sociales los días 10 y 11 de abril para que la cultura no esté presente en protesta por la decisión del Ministerio de Cultura de no adoptar medidas específicas para la paliar la crisis en el sector. Según este sindicato, la decisión supone "una no consideración de un sector que se ahoga poco a poco, día a día, y que ve cómo, según van pasando las semanas, no se toman medidas específicas para sus trabajadores y trabajadoras".
De hecho, una treintena de asociaciones y sindicatos de las artes escénicas, música, cine y gestión cultural acusaron ayer al ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, de "crispar los ánimos" de la industria al descartar, por el momento, la adopción de medidas específicas para paliar la crisis en el sector. Los firmantes le advierten, tras su rueda de prensa del pasado martes, de que "todavía está a tiempo de liderar la defensa de la Cultura" en Europa y en España y ofrecen su colaboración para trabajar en medidas de apoyo, conjuntamente con los Ministerios de Hacienda, Trabajo y Seguridad Social.
"No se trataba de decir a la ciudadanía que lo primero es la salud, como si no estuviéramos de acuerdo y que las ayudas a la cultura se encuentran incluidas en el paquete general para todas las empresas y trabajadores españoles, lo obvio es innecesario decirlo", señalan en un comunicado difundido ayer. Le reprochan al ministro su falta de liderazgo y le acusan de "crispar los ánimos de las más de 700.000 personas que viven de las industrias culturales" y de mostrarles ante la opinión pública como "un sector insolidario" por proponer medidas unilaterales.
"Nuestro sector es específico y necesitamos medidas específicas, que contribuyan a mantener el tejido empresarial y a los artistas y técnicos, penalizados por su intermitencia, que hace imposible que puedan beneficiarse de las medidas sociales aprobadas para el resto de los trabajadores", señalan.
La carta la firman, entre otros, la Asociación de Directores de Escena, la de Autores Teatrales, la Unión de Actores, la Federación de Exhibidores de Cine (FECE), la federación estatal de empresas de teatro y danza (FAETEDA) , el sindicato de artistas líricos, la asociación de técnicos del espectáculo (ARTE), la federación estatal del circo, la de músicos asociados FEMA, festivales de música clásica, CCOO o UGT. Además, las cuatro asociaciones de mujeres de la cultura han exigido a Uribes que rectifique de forma "inmediata" y deje atrás su postura "miope" e "inoperante". Las organizaciones avisan al ministro de que han puesto "encima de la mesa" la posibilidad de pedir su dimisión o plantear una huelga a los agentes de la industria cultural, para que dejen de producir contenidos que de forma desinteresada están ejerciendo desde el inicio de la cuarentena.
Desde que comenzó la crisis sanitaria, el ministro de Cultura y Deporte ha mantenido varias rondas de reuniones telemáticas con los principales representantes de las distintas disciplinas y actividades culturales para tomar nota de sus necesidades y facilitar que puedan acogerse a las medidas generales aprobadas por el Gobierno. Sin embargo, en su primera comparecencia ante la prensa el pasado martes descartó la creación de fondos u otras medidas específicas para la cultura al considerar que ésta es una crisis global y que "el apoyo transversal e inclusivo es lo más razonable". No descartó que esas medidas sectoriales, que sí están adoptando otros países como Francia o Alemania, se puedan tomar más adelante.
Algunos actores han apoyado ya el llamamiento al boicot desde sus redes, como Juan Echanove, el más duro con el ministro, al que ha acusado de ser "un paracaidista en el ministerio" y de desconocer el sector. "Tenemos a uno que no sabe operar a cargo de la UCI cultural", ha dicho Echanove en un vídeo colgado en su Instagram y se ha mostrado convencido de que "Guirao, Alborch, Guerra o Méndez de Vigo nunca hubieran dicho" lo que dijo Rodríguez Uribes. Aitana Sánchez Gijón le ha recordado al ministro que "la vida de un altísimo porcentaje de trabajadores de la cultura está cayendo en un abismo que agrava una precariedad ya endémica hasta límites insoportables".