l obligado confinamiento es una buena oportunidad para explorar el amplísimo archivo de RTVE en su servicio A la carta, lleno de cientos y cientos de programas, documentales y concursos para todos los públicos. Un chute de nostalgia que viene muy bien para momentos así, en el que el coronavirus marca la casi totalidad de los contenidos de la televisión actual.
El servicio, que se encuentra en la página web de la televisión pública, contiene más de 400 programas y otros tantas series y documentales para sobrevivir a un apocalipsis sanitario como este.
Si se está confinado en familia con niños, los programas infantiles que educaron a los padres pueden educar también a los más pequeños. Gaby, Fofó y Miliki, Los payasos de la tele, marcaron la infancia de miles de personas y los 195 programas de El gran circo de TVEcolgados en el archivo permiten recordar las canciones que marcaron a más de una generación. Pero si estos saben a poco, los de mayor edad pueden rememorar a Los Chiripitifláuticos (seis programas), los algo más jóvenes a Barrio Sésamo (35 programas) y los adolescentes de los 80 a La bola de cristal (157 programas).
En familia también se pueden ver algunos míticos concursos como Un, dos, tres, uno de los buques insignia de la historia de la televisión pública española. 186 programas para reír y recordar.
Siguiendo con otros concursos archiconocidos por todo el mundo están El precio justo (24 programas para comprobar qué barata era la vida hace unos años), Cifras y letras (20 programas), El semáforo (nueve programas) y Saber y ganar (3.746 programas que van a más sin que Jordi Hurtado apenas se inmute).
Aunque en los últimos años TVE trata de recuperar el espacio para la música en su programación, no hay nada como viajar a décadas pasadas para comprobar la importancia que llegó a tener. Tocata y Rockopop (47 y 50 programas, respectivamente) son buenos ejemplo de ello -y una ocasión idónea para ver a grandes artistas que ya no están en acción-. Pero si se busca un mayor entretenimiento que simples actuaciones en playback, ¿Pero esto qué es? (18 programas), el mitiquísimo Aplauso (56 programas) y Raffaella Carrà y su Hola Raffaella (74 programas) son la elección obvia. Por su parte, aquellos que han visto mermada su agenda cultural al no poder salir de casa, pueden ir al teatro con Estudio 1 (180 programas), al cine con ¡Qué grande es el cine! (97 programas) o a debatir sobre temas de actualidad que ya no lo son tanto con La clave (56 programas) e Informe Semanal (602 programas).
La oferta a la carta tiene todavía mucho que dar. Los documentales de producción propia como A vista de pájaro (82 programas) son una buena forma de volar sin salir del salón, pero para viajar de verdad ahí están Félix Rodríguez de la Fuente con El planeta azul (225 episodios) y El hombre y la Tierra (92 episodios) y José Antonio Labordeta en Un país en la mochila (30 programas). Y el archivo no acaba aquí. Más de 400 series completas como Verano Azul (19 capítulos), Curro Jiménez (40 capítulos), Hostal Royal Manzanares (64 capítulos), ¡Ala... Dina! (63 capítulos), Ana y los siete (92 capítulos) e Historias para no dormir (30 capítulos); y grandes del humor como son Martes y 13, Cruz y Raya y Los morancos hacen que las horas de confinamiento se queden pequeñas.