Vitoria - Tras la grabación en directo y la publicación el año pasado de 1001 Nights, Travellin' Brothers no para, ni dentro ni fuera de la península.
Vuelven dentro de la gira de '1001 Nights', el disco que se grabó en el Arriaga el 30 de diciembre de 2018. ¿Qué se va a encontrar el público?
-Lo que vamos a ofrecer es una gran parte de ese concierto, que nos sirvió para celebrar los 15 años y los 1.000 conciertos del grupo. De todas formas, somos muy inquietos y estamos siempre enredando, y como ha pasado ya un tiempo de esa grabación, vamos a incluir algunas sorpresas. Como estamos todo el año y todos los años de gira, siempre vamos renovando el material. A nosotros mismos nos motiva hacerlo de esta manera para estar de forma constante con las orejas tiesas.
¿Se les queda aquella grabación ya un poco lejos o todavía está presente en la memoria?
-Está todavía presente. Fue un día que para nosotros fue muy importante y especial. 15 años no se cumplen siempre. 1.000 conciertos no se hacen todos los días. Y para una banda de Bilbao que hace música americana, que no es un género mayoritario, tampoco es sencillo llenar el Arriaga. Pero lo conseguimos. Llegamos a ese momento en muy buen estado de forma, tocamos muy bien y salió todo de lujo. La edición del disco salió también muy chula. Pero no cabe duda de que ha pasado más de un año de aquello y de que nosotros seguimos componiendo y mirando hacia adelante. Así que ahora estamos pensando en nuevas aventuras, en dar forma a las canciones que estarán en nuestro siguiente disco de estudio. La mente está todo el día activa, haciendo cositas. Y el show va evolucionando en esta medida y vamos añadiendo sorpresas que la gente todavía no ha escuchado. Al final, se trata de que cada concierto sea lo más brillante posible.
Justo antes de su última visita a Gasteiz habían estado girando por Suiza. Ahora regresan y hace nada han estado tocando en Estados Unidos. ¿Cuando empezó todo esto, se imaginaba lo que iba a pasar después?
-Para nada. Es algo increíble lo que nos está pasando, sobre todo en los últimos años. De todas formas, si te soy sincero, el nombre del grupo lo pusimos en su día pensando un poco en eso. Como somos dos hermanos y un primo los que fundamos la banda, sabíamos que Brothers tenía que estar. Y como con la música queríamos recorrer mundo y que nos escuchasen en todos los sitios posibles, en las combinaciones de nombres que estuvimos probando, Travellin nos venía perfecto. Al final, fue un tanto premonitorio. Hoy nos viene como anillo al dedo, pero una cosa es tener un sueño y otra, que se convierta en realidad. En diciembre hemos estado en Texas y es la cuarta vez que hemos ido a Estados Unidos de gira. Países como Suiza y Noruega los visitamos con mucha asiduidad. El año pasado tocamos en 18 países europeos. Hace dos años estuvimos de gira en China... La verdad es que algo maravilloso. Hoy en día tenemos amigos por todo el mundo, con los que también colaboramos y tocamos. Los viajes enriquecen mucho, te hacen crecer musicalmente mucho, te posibilitan ver a bandas que de otra manera no podrías ver... más allá de lo que supone por la convivencia entre nosotros. Y llevamos 16 años y todavía nos aguantamos. Poder hacer todo esto ha sido un sueño cumplido.
Todo ello más allá de que estemos hablando de géneros que no son precisamente mayoritarios, más allá de que tengan un público fiel.
-Tenemos suerte porque contamos con un público en el que también hay gente joven. Le pegamos mucho al bailoteo, a la fiesta, a que un concierto sea algo más que escuchar música... y eso hace que enganchemos también con espectadores jóvenes. Pero es verdad que es muy habitual en estos géneros escuchar que no hay relevo generacional. Creo que si no tienes un hermano mayor o alguien muy cercano que te introduzca en estas músicas, es muy complicado que llegues a ellas de primeras. Se llega según vas madurando. No son músicas que estén sonando en las radios comerciales. Llegas investigando. Muchos de los que están ahora con el reggaeton, que está muy alejado de lo que hacemos, acabarán llegando a estas músicas porque la vida es así. Hace falta tiempo para descubrir. Yo no empecé escuchando blues. En Leioa, de donde somos, no había grupos de este tipo de música. Tuvimos que ir buscando nosotros a base de escuchar. A las nuevas generaciones les tienes que dejar llegar, que enreden con otras cosas y ya llegarán. Hay una gran industria que lo llena todo y hace que solo suene un tipo de música. Eso crea una frontera pero los jóvenes ya llegarán. Que hagan su camino como nosotros hicimos el nuestro.