Vitoria - Estaba metido en los estudios de arquitectura cuando Álvaro Lafuente se abrió una cuenta en Instagram para colgar algunos vídeos en los que, junto a las seis cuerdas, cantar algunos covers composición propias. En un suspiro, aquella simple acción cambió su vida. De hecho, se presentó en Madrid a dar su primer concierto y se encontró con el cartel de completo en la taquilla y un sin fin de voces cantando sus canciones de principio a fin. Ahora, sin tener un disco entre las manos, está afrontando una gira que dentro de nada pasará por primera vez por tierras vascas y navarras. De hecho, el sábado estará en la sala Kubik, que tiene las entradas anticipadas a la venta por 15 euros.

Están sucediendo muchas cosas en estos dos últimos años. ¿Complicado tener los pies en el suelo?

-Bueno, lo estoy consiguiendo. Es verdad que ha ido todo muy rápido, pero creo que es importante cómo se toma estas cosas cada uno. En ese sentido, creo que soy bastante tranquilo y calmado. Estoy muy agradecido por todo lo que ha pasado, pero en realidad sigo haciendo lo mismo y trabajando igual que antes.

Pero entiendo que a los estudios de arquitectura ni vuelve...

-(Risas) No, no, creo que ya no.

Puede que termine siendo cada vez más habitual, pero sorprende tanta repercusión sin tener ni siquiera un disco. ¿Hay planes de publicar o es mejor optar ahora por otros formatos, por ir lanzando temas?

-Ahora mismo estoy grabando en el estudio para publicar un disco, pero sinceramente creo que ahora puedes ir haciendo camino sacando singles sin la necesidad de editar un álbum como tal. Responde también a cómo escucha la gente hoy la música. Cualquier persona tiene ahora una infinidad de canales para encontrarse con muchísima música y es más fácil que escuche una canción sin que eso suponga afrontar un disco completo. Al escucharse la música de manera tan rápida, hay a quien le da pereza escucharse un álbum.

Tampoco, viendo el panorama actual, ofrece Guitarricadelafuente algo al uso. Al final, más allá de que en los conciertos vaya más acompañado, usted es voz y guitarra. Hoy eso parece hasta milagroso.

-Bueno, eso es también porque todo lo que he hecho hasta ahora me lo he grabado y producido yo solo. Es lo que me gusta, no pienses. Pero también creo que se pueden meter cosas nuevas, probar... Al final, lo importante en las canciones es poder transmitir algo.

Y con esa idea, uno va dando conciertos, llenando salas y encontrándose con gente que se sabe las letras de principio a fin. ¿Uno qué piensa cuando se enfrenta a eso?

-Cuando escucho a la gente cantar mis canciones, flipo. Es que hay temas que ni siquiera llevan días en la red y el público se los conoce y los canta. Me siento muy contento pero sobre todo muy agradecido porque eso pase, porque haya gente que te quiera ver y acuda a la taquilla para pagar una entrada. Es muy fuerte ir a una ciudad por primera vez con 21 años, que son los que tengo ahora, y ponerme delante de tantas personas. Es que hace poco más de año y medio estaba tocando delante de 20 personas, de mis amigos y poco más. Claro, ha sido una evolución muy rápida. Cuesta creer que ahora estás tocando delante, no sé, de mil personas. Por eso te decía que estoy superagradecido. Ojalá lo que me está pasando siga así siempre.

¿Ese éxito no le confiere mucha más responsabilidad a lo que hace no tanto tiempo era algo que hacía sin mayores pretensiones?

-Por supuesto. Por ejemplo, este año voy a tocar en muchas salas que son más grandes que las que visité en 2019. Y voy a ir a festivales. Eso supone muchísima más presión. Por supuesto la música es lo más importante, pero sé que hay que dar espectáculos con los que la gente disfrute.

Hablaba antes de esos amigos que hace menos de dos años disfrutaban de su guitarra y su voz sin agobios. ¿Qué le dicen ahora, con todo lo que está pasando?

-Están igual de sorprendidos que yo. Obviamente se alegran un montón y me animan. Siempre intentan ir a los conciertos. De hecho, a Vitoria están intentando ir algunos amigos. Están ahí en todo momento. Bueno, no sé, ¿quién no apoyaría a un amigo?

¿Planes de futuro?

-Si te digo la verdad, con todo lo que ha pasado en este tiempo no he querido pensar en el futuro. Por supuesto que espero que pasen cosas buenas, pero prefiero pensar en lo que está ocurriendo ahora y en trabajar en el hoy, en lo que estoy haciendo en estos momentos. Ojalá dentro de un año pueda seguir haciendo lo mismo que hago ahora y estar rodeado de la misma gente o más si puede ser.

¿Qué está aprendiendo de toda esta experiencia?

-Todo esto me ha ayudado, aunque suene un poco cursi, a darme cuenta de lo que tengo y agradecerlo. Me ha hecho valorar las cosas importantes y a la gente que me rodea.