Astrónomos han captado indicios de un segundo planeta en torno a Próxima Centauri, la estrella más cercana a nuestro sistema solar, en concreto a cuatro años luz.
En 2016 se anunciaba el hallazgo en torno a 'Próxima' de un planeta templado del tamaño de la Tierra, el mundo extrasolar más cercano, y en 2017 se detectaron indicios de la existencia de cinturones de polvo en torno a la estrella, que quizá fueran los restos de la formación del sistema.
Ahora, un equipo internacional con participación del Insituto de Astrofísica de Andalucía (IAA) ha encontrado evidencias de lo que ha sido denominado Próxima c.
El trabajo de este grupo comenzó coliderando las primeras observaciones para el proyecto 'Red Dots', que resultó en la detección del primer planeta, Próxima b.
Su trabajo continuó con el objeto de "comprender el entorno de la estrella", gracias a la detección de posibles cinturones de polvo y de una fuente puntual de emisión de polvo a 1,5 veces la distancia Tierra-Sol de la estrella, algo que, según ha asegurado Pedro J. Amado, participante del hallazgo por el IAA, "atribuimos a la emisión de anillos alrededor de un segundo planeta".
"Y ahora detectamos un segundo posible planeta que orbita exactamente a esa distancia. ¿Una coincidencia? Quizá, pero tenemos que confirmarlo", ha valorado en un comunicado.
El descubrimiento, publicado en portada en la revista 'Science Advances', fue realizado por un equipo internacional de investigadores gracias a los datos recopilados desde Chile con los espectrógrafos UVES y Harps, pertenecientes al Observatorio Europeo Austral (ESO).
Masa mínima seis veces la de la Tierra
Las observaciones, que abarcan un total de diecisiete años, revelaron la presencia de una señal con un período de 5,2 años compatible con la existencia de un segundo planeta en torno a 'Próxima Centauri' con una masa mínima de unas seis veces la de la Tierra.
"La señal parece muy convincente, pero aún no podemos descartar que se deba a otros factores, como un ciclo de actividad magnética estelar", ha explicado la investigadora del IAA Cristina Rodríguez-López que participa en el trabajo.
Según Rodríguez-López, se trata de un planeta idóneo para la combinación de técnicas complementarias que confirmen existencia, "y si lo logramos, hará falta una revisión de los modelos".
"La señal apunta a que se trata de un planeta rocoso, pero se encuentra más allá de lo que se conoce como la línea de nieve, a partir de la que hallamos planetas gigantes gaseosos. Un planeta rocoso en esa región exige nuevos planteamientos", ha comentado.
La señal detectada se encuentra en el límite de las capacidades instrumentales, y los investigadores esperan que los datos astrométricos tomados con el satélite Gaia jueguen un papel decisivo para confirmar la existencia de 'Próxima c.'.
Además, la proximidad del sistema y la distancia entre el planeta y la estrella apuntan, según la nota de prensa, a que podría convertirse en un objetivo principal para el seguimiento y la caracterización con instrumentación de imagen directa de próxima generación.