Madrid - Camino de su cuarenta aniversario, los Obús regresan con su décimo disco de estudio: Con un par. Un título de lo más elocuente, cuyo significado resume el guitarrista Paco Laguna (Madrid, 1958): “Hay que tener un par para aguantar cuarenta años y resistir como banda en este país”. “Porque ha habido épocas muy buenas y otras no tan buenas. En las no tan buenas hubo que echarle un par de pelotas”, remata, para luego negar esa vida de lujos que erróneamente se asocia con el rock and roll: “La gente piensa que entra el dinero a raudales, pero nos dejamos la vida en la carretera”.
Tercia entonces el vocalista Fructuoso Sánchez, Fortu (Burgos, 1954) para remarcar que ellos son “obreros del rock, curritos”. “Aquí los grupos españoles lo tenemos muy difícil porque, desgraciadamente, no tenemos el apoyo generalizado del público, que se mueve sobre todo cuando vienen grupos guiris”, plantea. “Si pudiéramos competir en producciones en vivo con los guiris se iban a cagar, pero para eso hace falta el respaldo mayoritario, porque la financiación no es la misma”, explica, para luego pasar a hablar del nuevo disco del grupo, con el que se sienten “muy ilusionados”.
Y no es para menos, lo han grabado en los Estudios New Life con producción de Bori Alarcón -famoso por sus trabajos con Pablo Alborán, Estopa, Jorge Drexler o Dani Martín-. “Bori tiene siete Grammy”, señala orgulloso Fortu, quien recuerda que aunque “profesionalmente haya tocado todos los palos porque tiene mucho nivel”, el productor “tiene una tradición muy rockera”. “El sonido es reconocible pero muy actualizado y potente”, añade Paco, quien bromea al asegurar que aunque siempre se diga que lo último “es lo mejor”, en este caso “es cierto de verdad”. “El resultado de composición y sonido nos tiene súper contentos. Si además le gusta a nuestro público, mucho mejor”, remacha.
Entre las doce canciones del álbum, títulos contundentes en la mejor tradición de Obús como Bandas rivales, Incombustibles, Whiskey con hielo, Escapa de tu prisión, Rebeldes o Años 80. Todo un canto este último tema a la década en la que nació la banda y gozó de más popularidad al ser el rock el género reinante. “Los ochenta fueron una época muy optimista como resultado de salir de otra época más oscura y daba la sensación de que podías hacer cualquier cosa. Ahora la gente es más pesimista. Son dos tiempos distintos, pero la suerte que tuvimos fue que vivimos aquellos años y seguimos aquí”, reflexiona Paco. Asiente Fortu, quien apuesta por intentar con este disco y su consiguiente gira que “vuelvan aquellos años en pleno siglo XXI”. “Y que no se pierda la ilusión que nosotros seguimos manteniendo, aunque sea muy nostálgico”, destaca.
Con un par se abre con otro himno clásico que es toda una declaración de autoafirmación: Sangre de rock n’roll. Una rotunda “reivindicación” con la que Obús recuerda que siguen aquí “a pesar de todo” y que no se rendirán “nunca”, tal y como afirma Fortu: “Llevamos en nuestras venas la sangre del rock and roll”. Y agrega: “Somos sesentones y si dejamos esto qué. ¿Nos vamos a quedar en el sofá viendo la tele y jugando a la petanca? Siempre digo a la gente de sesenta o jubilados que intente no quedarse en casa, que salga, que se dé paseos y se tome un vinito. Que se mueva y contacte con los amiguetes. Hoy en día, con sesenta años eres joven. Aunque yo tengo una nieta, me siento joven y ella me ve joven”. - E.P.