madrid - “En ocasiones veo muertos” es la archirrepetida cita que dice Cole Sear (Haley Joel Osment) a Malcom Crowe (Bruce Willis), los dos protagonistas de El sexto sentido, la película que lanzó a la fama al realizador indio M. Night Shyamalan y que hoy cumple veinte años de su primera proyección. El sexto sentido relata la relación entre un psicólogo, Malcom Crowe, con un niño de 9 años, Cole, al que desea ayudar a entender el porqué de sus poderes sobrenaturales intentando así no repetir con él un error cometido con un paciente anterior. La película fue un éxito, tanto de crítica como de público: los elogios corrían como la pólvora, sobre todo por ese imprevisible final que le hizo ocupar el primer lugar del ranking estadounidense cinco semanas consecutivas.

De parte de esa fama tiene mucha culpa el compositor estadounidense James Newton Howard (Avatar, Los juegos del hambre...), cuya música mantiene la tensión narrativa en todo momento. La banda sonora juega con agudos rápidos seguidos de momentos lentos y continuados con graves acentuados, lo que hace que el espectador se mantenga alerta en todo momento. La cinta desbordó a la neonata productora Spyglass Entertainment, creada especialmente para la ocasión, ya que El sexto sentido fue su primer proyecto, aunque se le adelantó en el estreno Instinto, de Jon Turteltaub. Tan buenos fueron los resultados que los 40 millones de dólares invertidos en el rodaje se multiplicaron por más de dieciséis hasta alcanzar casi 673 millones de recaudación. En España se estrenó meses más tarde (en enero de 2000) por lo que ya arrastraba los ecos de sus aplausos. Recaudó más de 26 millones de euros que dejaron en taquilla casi 7 millones de espectadores.

sin premios El filme sumó seis nominaciones a los Oscar, entre ellos mejor película, mejor director, mejor guion original y mejor actor de reparto (Osment); dos nominaciones a los Globos de Oro, mejor actor de reparto y mejor guion; cuatro a los premios Bafta y una más a los del Sindicato de Actores de EE.UU. De todos ellos, no obtuvo un solo galardón pero el éxito ya estaba asegurado de antemano con las nominaciones por una película que se debatía entre el suspense, el drama y una historia de fantasmas. Veinte años después, El sexto sentido deja una estela de misterio y algunas preguntas por aclarar. ¿Sabía Cole cuál era la verdadera naturaleza de Malcom? Cuestión que no tiene una respuesta clara, aunque el filme da algunas pistas. El director M. Night Shyamalan, que tiene un cameo en la película y que cumplía 29 años el día que se estrenó en 2.161 salas de Estados Unidos, continuó con su carrera, siempre introduciendo en sus películas el factor sorpresa (El protegido), la intriga (El bosque), el suspense que provoca el terror (Split) o la planificación milimétrica de la acción (Glass).

En cuanto a Spyglass Entertainment, sus siguientes producciones no fueron tan exitosas, ni en taquilla ni en crítica y, tras coproducir algunas cintas con Buena Vista Pictures, Walt Disney Pictures o Universal Studios, en 2012 cerró definitivamente. En cambio, su más acreditada producción ha sobrevivido al paso del tiempo y ha terminado por ser una película de culto. Dos décadas después sigue sumando espectadores gracias a las plataformas digitales. “En ocasiones veo muertos” -I see dead people-, se ha convertido en una de las frases más famosas del cine a la altura de “Que la fuerza te acompañe” (Star Wars), “Voy a hacerle una oferta que no podrá rechazar” (El padrino), “La vida es como una caja de bombones” (Forrest Gump) o “Houston, tenemos un problema” (Apolo 13). El sexto sentido marcó a una cinéfila generación que, en parte, se identificaba con matrimonios divorciados e infancias cercenadas y que, de pronto, se vio en una repleta sala de cine escuchando a un angelical niño decir: “Veo gente muerta, caminando como gente normal. Ellos no saben que están muertos”, y a la que se le cortó la respiración solo unos minutos antes del The End.