Madrid - La poeta uruguaya Ida Vitale, que recibirá hoy el Premio Cervantes, aseguró ayer que la escuela debería obligar a leer el “Quijote” antes porque “todo está” en esta obra de Miguel de Cervantes, del que destacó su humor.

La poeta, de 95 años, mantuvo un encuentro con los medios de comunicación en la Biblioteca Nacional de España poco antes de depositar en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes un manuscrito de José Bergamín, Crítica trashumante, que fue su profesor en Montevideo, un “tesoro” para ella, según relató.

Ida Vitale señaló que no se esperaba “para nada” el Premio Cervantes y lamentó que no le llegara este galardón hace diez años cuando se encontraba en mejores condiciones, dijo la escritora, que derrochó energía y buen humor en la rueda de prensa.

Vitale (Montevideo, 1923), referente para poetas de todas las generaciones, es la quinta mujer premiada con el Cervantes, un galardón dotado con 125.000 euros que le fue otorgado por su trayectoria poética e intelectual de primer orden.

Recordó sus inicios en la lectura, en la biblioteca de su casa familiar, en la que leyó libros que no eran para niños, y reconoció que a Cervantes llegó “un poco tarde”. Pero cuando llegó a este autor descubrió que el “Quijote” era el libro de su vida, confesó y rememoró cómo desde entonces comenzó a buscar en la realidad “los quijotes y los sanchos”, éstos últimos más fáciles de encontrar, bromeó. Por eso consideró que la obra cumbre de Cervantes le supuso “un tratado de psicología precoz” y destacó su humor.

legado en el instituto cervantes Posteriormente, Vitale se trasladó al Instituto Cervantes para depositar su legado en la Caja de las Letras, la antigua cámara acorazada del banco que albergaba este edificio y en la que tradicionalmente los Premios Cervantes dejan algún objeto personal en una de sus cajas de seguridad.

El legado de la poeta, el manuscrito de Bergamín, se encuentra desde ayer custodiado en la caja de seguridad 1191, donde permanecerá hasta el 2 de noviembre de 2023, fecha en la que la Premio Cervantes cumple cien años. Este manuscrito es un “tesoro” que Ida Vitale tiene desde hace años, un documento que le llegó debido a que Bergamín fue profesor suyo en la entonces recién creada Facultad de Humanidades de Montevideo.

Bergamín, recordó, llegó a Montevideo con sus tres hijos tras perder a su mujer en plena guerra civil española y encontró allí a un grupo de alumnos entre los que estaba ella. “El resto habría tenido derecho a tener el manuscrito también pero yo tuve más oportunidad que otros que estaban distraídos”, dijo entre risas.

La posesión del manuscrito era una responsabilidad para ella y no sabía qué iba a hacer con él, explicó Vitale, que indicó que al poder depositarlo en la Caja de las Letras se ha quedado con la “conciencia tranquila”. - Efe