pekín - La navarra Amaia Izar Leache, una modelo atípica que estudia Empresariales y habla cinco idiomas, se define como una mujer “espontánea, comunicativa y elegante”, rasgos con los que espera convencer al jurado que hoy elige a la nueva Miss Mundo en la ciudad tropical china de Sanya. En esta ciudad, candidatas de 122 países y regiones compiten por alzarse con la corona de la 68ª edición del certamen de belleza, aunque pocas parecen tan preparadas como la española, que a sus 21 años habla castellano, euskera, francés, inglés y chino, idioma que comenzó a aprender en Taiwán durante viajes de voluntariado.
“Hoy día, una Miss tiene que ser una persona muy completa, tiene que saber idiomas, tiene que saber estar y tiene que ser una persona leída”, subraya Izar, y en ese sentido asegura sentirse “una mujer empoderada” que “lo tiene todo” para salir mañana ganadora. Según ella, el jurado busca, además de “elegancia y belleza”, a una chica extrovertida, capaz de desenvolverse en diferentes culturas y que supere “todos esos estereotipos y prejuicios que hay sobre las modelos, especialmente en las redes sociales”.
La navarra, que estudia Administración y Dirección de Empresas, destaca que Miss Mundo es un concurso “muy especial”, porque “es el único que incluye proyectos sociales”, como la gira de un año en la que se embarca la ganadora para ayudar a los más necesitados. “Yo creo que es muy bonito que una mujer, además de ser bella, dedique su tiempo a ayudar a personas que más lo precisan”, señala Iza, que también ha trabajado con la Asociación París 365, dedicada a personas en riesgo de exclusión de Pamplona.
Izar, natal de Aoiz, que es aficionada al yoga y la natación, deberá representar en la final un espectáculo de flamenco, danza que practica desde los cinco años y que ha elegido “porque es la más vistosa en China”. En las redes sociales, donde es muy activa, la joven ha estado relatando cómo son sus duras jornadas de ensayos, publicaciones que considera “clave” para llamar la atención del jurado y tener más oportunidades de convertirse en la segunda española en coronarse Miss Mundo, tras la catalana Mireia Lalaguna, que lo logró en 2015. Además, los portales especializados sitúan a la de 21 años entre el top ten de las favoritas, aunque la navarra prefiere “no fiarse” de los sondeos.
competencia dura En los pronósticos del portal Global Beauties figura también la chilena Anahí Hormazábal, estudiante de Ingeniería que, al igual que Izar, ha impactado en las redes sociales posicionándose como una de las predilectas de los missólogos. “La competencia es dura y además las asiáticas, que suelen arrasar en este tipo de certámenes, juegan en casa”, recuerda la navarra, aunque dice que a su favor podría jugar el hecho de que a “los chinos les gustan más las chicas altas, rubias y blancas de piel”.
Asimismo, confiesa que, de no ganar, tendrá que volver a su otra vida en la que no es modelo sino “una estudiante de universidad normal y corriente” a la que un día le gustaría “montar su propia ONG con la que poder viajar y ayudar a la gente”. Este año, el evento conmemorará el 30º aniversario del establecimiento de la provincia insular de Hainan, que las autoridades chinas buscan convertir en un centro internacional de turismo, consumo y zona de logística estratégica nacional.
“Miss Mundo ha contribuido a potenciar la industria turística de Sanya y ha impulsado los negocios de belleza en la ciudad”, dijo recientemente Dai Yuming, vicealcalde de Sanya, durante un encuentro para la prensa con la organización del evento.
En esta edición, los organizadores aseguraron que el jurado se regirá por un “renovado código de ética” y una nueva forma de trabajo para elegir, en una glamurosa y esperada gala, a quién sucederá en el trono a la india Manushi Chhillar, la ganadora de 2017.
Celebrado por primera vez en 1951, en Londres, el certamen de Miss Mundo pasa por valorar la belleza integral, la elegancia, la personalidad, la pose, la seguridad, la conciencia social y la salud física de las aspirantes, procedentes de más de 120 países.