MADRID. El rey Juan Carlos ha asegurado hoy, al recibir el alta médica después de ser operado de la rodilla derecha para sustituirle la prótesis, que podrá "caminar mejor", aunque, con buen humor, ha apuntado que no cree que pueda correr los cien metros.

El monarca Juan Carlos ha salido en coche del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja de Madrid sobre las 13.25 horas después de tres días de ingreso para seguir la recuperación en el Palacio de la Zarzuela.

"Todo ha ido muy bien. Estoy muy contento. Los cien metros no sé si los podré hacer, pero andaré mucho mejor", ha afirmado sonriente desde el asiento del copiloto de un todoterreno a los numerosos medios de comunicación que aguardaban en el exterior de la clínica en medio de la lluvia.

Tras expresar su satisfacción por el desarrollo de la operación y el trato recibido en el hospital privado, don Juan Carlos se ha mostrado dispuesto a afrontar la rehabilitación: "Ahora me toca sufrir".

El anterior jefe del Estado ha abandonado la clínica, situada en el barrio de Sanchinarro, dos horas después de que el equipo dirigido por el doctor Primitivo Gómez Cardero le diera el alta ante "la evolución clínica favorable", según el parte médico divulgado por el hospital.

Después de un día en la unidad de cuidados intensivos y dos en planta, "continuará la recuperación en el Palacio de la Zarzuela bajo la supervisión del equipo médico de la Casa del Rey", añade la nota.

El cambio de la prótesis que le fue implantada en 2011 va a aportar más estabilidad a la rodilla de don Juan Carlos, que el pasado mes de enero cumplió 80 años.

Como señaló Felipe VI el pasado sábado cuando le visitó, con la operación va a "ganar mucho en calidad de vida y de movimientos", aunque seguirá empleando bastón debido a que también tiene una prótesis en cada cadera.

Ni el hospital, ni Zarzuela han dado detalles de cómo será la rehabilitación de Juan Carlos I, ni cuándo podrá hacer vida normal.

Ésta ha sido la decimoquinta ocasión en la que don Juan Carlos pasa por el quirófano a lo largo de su vida, la última el 21 de noviembre de 2013, seis meses antes de su renuncia al trono, cuando se le implantó una de las prótesis de cadera.

En los últimos años, todas las intervenciones han sido por problemas traumatológicos en sus articulaciones, salvo en mayo de 2010, cuando se le extirpó un nódulo en el pulmón derecho en el Hospital Clinic de Barcelona.

Durante su estancia en la clínica, Juan Carlos I recibió la visita de los Reyes y de doña Sofía el mismo día de la operación y el domingo, cuando fueron con la Princesa Leonor y la infanta Sofía.

En ambas ocasiones, los miembros de la Familia Real posaron sonrientes ante los medios gráficos, zanjando la polémica que suscitó el vídeo en el que se observaba un aparente desencuentro entre las dos Reinas a la salida de la misa de Pascua en Palma cuando doña Letizia se cruzó para impedir una foto de sus hijas con su abuela.

"Todo bien", resumió don Felipe al ser preguntado sobre la "imagen de unidad" ofrecida por la familia.

En la clínica, también fueron a ver a don Juan Carlos el domingo su hija Elena y sus nietos Felipe Juan Froilán y Victoria Federica, y ayer, lunes, lo hizo su hermana, la infanta Pilar.

La salida de Juan Carlos I de la clínica ha coincidido con un acto de entrega de becas que Felipe VI y la Reina Letizia han presidido en el centro de Madrid.