madrid - El actor Mario Casas encarna a Francesc Boix, preso español encarcelado en el campo de concentración de Mauthausen, en la película El fotógrafo de Mauthausen: “Es una historia fantástica que debe ser contada”.

Pero para ello, el actor confesó que se ha tenido que preparar físicamente para encarnar al personaje, por lo que ha adelgazado doce kilos para “ayudar” a la historia”. Casas confesó que ha llegado a pasar hambre para ponerse en la piel de su personaje. “He tenido que hacer una dieta muy estricta para llegar a adelgazar doce kilos”, un reto que le ha supuesto una motivación más a la hora de meterse en el personaje. “Hacer este personaje me está aportando el descubrimiento propio sobre mis límites, porque hay momentos en los que lo he pasado mal al adelgazar, te entran depresiones, pero tienes que tener un mínimo sufrimiento para saber cómo lo pasaron los presos y contar la historia lo mejor posible”, apuntó Casas.

La película retrata el periodo del preso Francesc Boix en Mauthausen, donde trabajó en el laboratorio de fotografía, escondiendo material que certificaba las atrocidades cometidas por los nazis y que sería más tarde utilizado en el Tribunal de Núremberg y en Dachau, donde testificó contra altos cargos nazis. Las fotografías que recogió sirvieron de prueba sólida para condenar sus crímenes.

No es la primera vez que Mario Casas sorprende con un cambio físico por exigencias del guion. En Toro tuvo que desarrollar masa muscular y en Bajo la piel del lobo, engordar unos cuantos kilos. Esta vez hace todo lo contrario. - DNA/Efe