Amurrio - Junto al profesor amurrioarra de la UPV Javier Alonso Aldama, y la productora y guionista getxotarra, Ainhoa Urgoitia, Txani Rodríguez tiene en sus manos una responsabilidad esencial en la actual edición de la semana de cine vasco Begibistan: decidir el palmarés que se conocerá el sábado.
¿Desde cuándo su afición por el séptimo arte?
-Bueno, el cine es una de las asignaturas de la carrera de Periodismo y, al igual que tú, la estudié en la facultad (risas). Supongo que a todas las personas que nos gusta escribir historias nos gusta el cine, porque al final se trata de eso, de contar una historia, de forma distinta a la de la literatura, pero vinculada. A parte, siempre he tenido un trato cercano con gente de este sector. Mi propio profesor de guiones en la escuela de teatro Artebi, Algis Arlauskas, es actor, guionista y director de cine.
Tampoco es la primera vez que colaboraba en un festival de este tipo.
-También fui nombrada jurado en el festival Cortada de Gasteiz y escribí un relato sobre cine, libertad y reconversión industrial para el catálogo del Festival de Cine Documental y Cortometraje de Bilbao.
Entonces, no se lo pensaría dos veces para aceptar la propuesta de Begibistan.
-La verdad es que no. Conozco a Kepa Sojo desde hace tiempo, ambos somos de Llodio, y cuando me lo propuso ni lo pensé, y el motivo va más allá de mi afición por el cortometraje. Simple y llanamente todo lo que sea colaborar con el fomento de la cultura en mi comarca, el Valle de Ayala, me apunto, y este festival se merece el apoyo de todos y todas. A parte, no lo voy a negar, tenía curiosidad por ver qué se ha estado haciendo en los dos últimos años en el mundo del corto vasco, y no podía dejar pasar la oportunidad de visionar todos estos trabajos, desde la postura privilegiada que te otorga el ser jurado.
¿Ha sido difícil alcanzar un consenso con los otros dos miembros del jurado?
-Nunca es sencillo verte en la obligación de elegir quién se merece este u otro premio, partiendo de la base que absolutamente todas las cintas a concurso son de una calidad innegable. Pero la sintonía entre los miembros del jurado ha sido perfecta, nos hemos entendido muy bien, y ha habido unanimidad en muchas categorías, aunque en otras ha tocado debatir. En este sentido, no ha sido complicado.
¿Qué destacaría de la experiencia?
-Como he mencionado antes, la posibilidad que me ha dado de acceder a gran parte de lo hecho en 2016 y 2017 en el mundo del cortometraje vasco. Por desgracia, fuera del circuito de festivales o de algunas salas muy específicas, para el gran público es muy difícil el acceso a estos trabajos. De aquí que festivales como Begibistan me parezcan algo muy valioso, no solo por la repercusión mediática que tiene para toda la comarca, sino porque acercan a la gente al mundo del corto y suponen un auténtico reconocimiento a todas las personas que trabajan en este sector.
Como laudioarra, ¿siente envidia del festival de Amurrio y su teatro?
-Sí, mucha. Aunque en Llodio tenemos la vieja sala de cine del antiguo colegio LaSalle, con una selección de películas interesante, no es lo mismo que disponer de un cine-teatro con una programación de artes escénicas estable que me parece encomiable, teniendo en cuenta los recursos de un municipio de poco más de 10.000 habitantes. En Llodio no tenemos nada de esto, es muy triste. A ver si se materializa de una vez el proyecto del multiusos.
¿Qué se va a encontrar en pantalla el público que acuda esta semana a las proyecciones?
-Una gran diversidad de propuestas que van desde la comedia a la denuncia social, y una oportunidad única de disfrutar en poco rato de historias muy diferentes que tienen el denominador común de estar muy bien contadas. Es algo muy estimulante. Si algo he aprendido como jurado de festivales de cortometrajes es que el metraje no condiciona la capacidad de contar una historia.
Hace ya un año del lanzamiento de su tercera novela, ‘Si quieres puedes quedarte aquí’. ¿Contenta con su recorrido?
-Sí, supercontenta. Se trata de un libro con el que he conectado con más lectores y de muchos lugares. Ha sido muy gratificante.
¿Cómo va con aquella nueva aventura literaria que tenía en mente?
-Pues ya la he empezado a escribir y, de momento, contenta con lo que va saliendo que no es poco, porque muchas veces empiezas algo y termina en la papelera. Mi intención es tenerla terminada, sin hablar de la parte editorial, para el próximo verano, pero a ver cómo va el curso. Lo que sí puedo adelantar es que tengo entre manos la redacción de otro libro, junto a otros cuatro periodistas de diferentes partes del Estado, pero hasta ahí puedo leer.