Vitoria - Fue a mediados del pasado mes de julio cuando Montehermoso recibió al fotógrafo gaditano Miguel Trillo, que presentó en el antiguo Depósito de Aguas la exposición Afluencias Costa Este- Costa Oeste. Su visita, eso sí, ha terminado derivando en otra muestra que hasta el próximo 15 de octubre se puede ver en el mismo centro cultural de lo alto de la colina, una producción a cuatro manos realizada por los gasteiztarras Rocío López y Dani Arrizabalaga, Pop purri.

Ambos, en la inauguración de la exposición de Trillo, instalaron sendos sets para retratar, desde su punto de vista, a varios de los asistentes a aquel acto, tomando además otras instantáneas durante la realización del taller paralelo que el autor andaluz llevó a cabo en la capital alavesa durante su visita. En principio, no estaba previsto que ese material se utilizase para llevar a cabo ninguna muestra, pero, a posteriori, la responsable de Montehermoso, Araceli de la Horra, propuso a López y Arrizabalaga dar este paso, algo que ambos aceptaron al instante.

El resultado se traduce en doce instantáneas reproducidas a mayor tamaño (seis de cada uno de los creadores) y otras 28 de menor formato (14 de ella, y otras tantas de él), fotografías que se están encontrando con el público desde hace una semana. “No nos esperábamos la oportunidad de poder exponer este trabajo y no sabemos que habría pasado si desde el principio hubiéramos sabido lo de la exposición, pero el hecho de hacerla tampoco cambia lo que ambos buscábamos”, apunta Arrizabalaga.

Él, que ahora mismo está exponiendo también en la sala Amárica junto a otros cinco fotógrafos locales, ha optado por el blanco y negro, y por llevar a cabo una serie más íntima, con retratos cerrados y planos más cerrados. Ella, responsable de la Sociedad Fotográfica Alavesa, se ha decantado por el color, sin descartar imágenes con más de una persona y con planos más abiertos. “La diversidad se aprecia con claridad y es lo bueno, sobre todo porque en un momento dado nos encontramos con que en la inauguración compartíamos varias de las personas que posaron para nosotros”.

Con todo, “en la exposición la gente se está encontrando con fotos muy diferentes”, un trabajo en el que se ha utilizado casi todo el material generado tanto durante la apertura de la muestra de Trillo como en su taller. “Trabajar con Rocío es no tener ningún problema, es perfecto”, apunta su compañero en este Pop purri que nació casi de improviso pero que todavía tiene días de vida para ser disfrutado.