Vitoria - Un nuevo curso ya está en marcha en la Escuela de Artes y Oficios, que mantiene el mismo número de matriculaciones con respecto a los últimos años (cercano al millar), así como su esfuerzo constante por ir haciendo mejoras en su sede de la plaza Conde de Peñaflorida, sobre todo teniendo en cuenta que el inmueble incumple la normativa actual en algunos aspectos. Aún así, no siempre la capacidad presupuestaria que aportan las instituciones está a la altura de las necesidades. Mientras se espera poder materializar los planes que en este sentido hay para los próximos meses, el centro abre hoy su ya consolidado ciclo expositivo, una puerta abierta tanto a artistas invitados como a los propios estudiantes.

Esa fórmula, de hecho, se mantiene en la doble propuesta que abre este 2017-2018, dos exposiciones que se van a poder visitar hasta el próximo 27 de octubre. Por un lado, los espectadores podrán encontrarse con Indonesia.Rituales, proyecto fotográfico propuesto por Iñaki González. Por otro, también se podrá recorrer A 7 cm, muestra colectiva propuesta por estudiantes de los talleres de fotografía y acuarela.

En el primer caso, y tras una primera incursión expositiva de este proyecto en el Dazz (situado en la calle Cuchillería), González presenta en la escuela una veintena de imágenes -completadas por un vídeo- en las que se vuelcan sus dos pasiones. “No sabía decir en su caso qué es lo primero, si fotógrafo o viajero”, apunta Koldo Mendaza, profesor del centro y uno de los responsables del ciclo expositivo de Artes y Oficios junto a Mila Bretón.

Diferentes momentos de la vida de los toraja (uno de los pueblos que componen Indonesia), desde la construcción de una casa hasta un rito funerario son captados por el ojo del creador vitoriano, que además en este caso se ha encargado de todo el proceso creativo, incluyendo la impresión y preparación de esta muestra. Se configura así un “mundo en supercolor”, según Mendaza.

Junto a él se encuentra A 7 cm, resultado de la colaboración entre 16 fotógrafos y una veintena de acuareslitas con el concepto del espacio como nexo común. A partir de las instantáneas creadas por los primeros, los segundos reinterpretan esas obras para generar nuevas formas y fondos, por lo menos en la mayoría de los casos. Así se ha querido generar una relación simbiótica entre creadores de distintas disciplinas pero mismos intereses, por lo menos dentro del centro.