BILBAO. Con este evento en Bilbao, Fiz quiere "transmitir la pasión por la moda" que él ha mamado desde pequeño por su abuela materna y pretende "desuniformar lo que establecen las grandes cadenas" con un desfile de alta costura.
Para el desfile de esta noche, el diseñador ha aunado sus dos colecciones de este año, la parte más "extravagante" de ellas, acompañadas del sonido de un piano traído de Viena a manos de Susana Gómez y de la 'top model', que abrirá y cerrará el desfile, Helen Lindes.
En esta sintonía entre el mundo del arte y la moda, Ion Fiz ha asegurado sentirse contento, porque "nunca se ha relacionado la moda con el arte" y considera "maravilloso que por fin" se haga.
Es la segunda vez que el diseñador celebra su aniversario en el Museo Guggenheim, la anterior fue en 2012, con su décimo aniversario de la marca, lo que le cambió "la manera de ver las cosas".
En su aniversario, el diseñador vasco a querido contar con amigos como Anne Igartiburu, que hará de madrina en el desfile, y "la guinda del pastel" que no ha querido desvelar en la rueda de prensa que ha ofrecido hoy en el Guggenheim para presentar el evento de esta noche.
Así, Fiz ha aprovechado su comparecencia ante los medios para dar una visión global de lo que ha sido su trayectoria hasta hoy, que podría resumirse en lugares; de Bilbao, donde abrió su primer atelier, a Barcelona, Madrid, París o Kioto.
Ha recordado su primer desfile individual en Barcelona, donde la "responsabilidad era mundial" y la primera en París; sin embargo, ha hecho hincapié en que su taller seguía en Bilbao, que ha sentido siempre como su hogar.
La crisis afectó también a la moda y el diseñador se vio obligado a cerrar las dos tiendas que tenía abiertas en toda la península; la de Bilbao y la de Madrid porque "el número de ventas 'no daba'".
Fue entonces cuando decidió probar con el mundo de los complementos, y aunque asegura que le gustaría "investigar" el perfume, lo que más destaca de esta etapa son el diseño de las gafas o de los trajes de las muñecas "Nancy".
Ion Fiz no ha parado de mover su atelier de un lado para otro en estos 15 años de marca, porque asegura que "la moda es un sector en continuo movimiento" y se fue a Barcelona a trabajar junto a Pertegaz.
En medio del ir y venir en el mercado internacional entre Rusia, Paris o Kioto, Fiz encontró un nuevo camino que asegura haberle gustado y con el que pretende seguir; el diseño de uniformes.
Empezó con los de la Torre Iberdrola de Bilbao, siguió con los de la cadena de comida rápida McDonald's y ahora está pensando en "alguna aerolínea" o "un equipo de fútbol", y ha bromeado con que puede ser el Athletic, o tal vez el Eibar, su municipio natal.
Respecto a la moda actual de España, Fiz es positivo. Ha dicho que la imagen internacional de la moda española es buena, pero que necesita un "empujoncito" para distribuir y exportar la moda y superar a Estados Unidos "el potente actual".
Ha dicho que las grandes cadenas tienen también un papel importante en el objetivo de subir la moda española a niveles internacionales superiores porque "dan visibilidad en el exterior".
Asegura así que el consumo está cambiando, que los clientes ahora se interesan por el "consumo responsable", que cada vez hay más "educación" respecto a la moda.
En el futuro, le gustaría abrir una escuela de moda, en Euskadi, para enseñar a los futuros diseñadores lo que él ha aprendido durante toda su trayectoria, que resume en una gala para "celebrar la moda, el arte" y la cultura de Euskadi.