No hay descanso en Ortzai. La cita con la escena es diaria. A las 20.00 horas toca función. Es el momento de volver a encontrarse con el público de la mano de Joseph Andrews. Así viene sucediendo desde el pasado día 10 en las tablas de la calle Pintorería. Así ocurrirá de manera ininterrumpida hasta el próximo jueves 31. “Es un disfrute estar trabajando cada día, entre otras cosas porque notas como la obra va creciendo a más”, apunta el actor y director Iker Ortiz de Zárate, quien se ha encargado también de la adaptación de la novela del autor inglés Henry Fielding.

Hace siete años, la compañía que él mismo fundó hizo una apuesta estival que se tradujo en el ciclo Los Clásicos de la Muralla. Frente al desierto de propuestas culturales en la capital alavesa pasadas las fiestas de La Blanca, el grupo quería ofrecer una alternativa escénica de calidad tanto a quienes se quedan como a las personas que visitan la ciudad en estas semanas. Ese mismo objetivo se ha mantenido durante todo este tiempo, sumando nuevas producciones que el público disfruta con interés y deleite. En esta ocasión, el cartel está protagonizado por la versión realizada de la novela Historia de las aventuras de Joseph Andrews y su amigo el Señor Abraham Adams, una visión cercana al cabaret que está resultando incluso más “divertida e hilarante” de lo que Ortiz de Zárate pensaba antes del estreno. “Estamos disfrutando mucho, igual que el público. De lo que hemos hecho últimamente, está siendo de las obras más placenteras, por lo menos para mí”.

A grandes rasgos, y sin querer desvelar demasiado sobre todo pensando en aquellas personas que van a aprovechar esta recta final de las representaciones para adentrarse en el montaje, quienes acudan a la llamada de Ortzai se encontrarán con la historia de Joseph Andrews, un joven empeñado en mantener su virtud y pureza frente al acoso que sufre en la casa en la que sirve. Expulsado del hogar al negarse a ceder a las pasiones de su señora, el principal personaje inicia el viaje de regreso al lugar donde en su infancia y adolescencia fue feliz, un camino en el que, eso sí, va a encontrar pocas ayudas.

“Desde el primer día estamos percibiendo que al público le gusta mucho lo que estamos proponiendo y a nosotros nos está encantando que vemos varios días caras que no son habituales, que no conocíamos”, espectadores que en algunos casos hablan de una pieza “provocativa” y en otros “perciben de manera más intensa de lo que yo pensaba las cuestiones sociales que se tratan, aunque no se haga de manera tan explícita como en otros montajes que hemos hecho”. Tanto es así que “hay organizaciones sociales que nos han pedido colaboración en el futuro a partir de ver esta obra”.

Teresa Ibáñez, Marta Sobrino, Ane Mendiguren, Eduardo Suso, Silvia Martínez Tazo, Maite Sáez de Vicuña, Almudena Fernández y el propio Ortiz de Zárate componen un reparto en el que se dan cita intérpretes ya conocidos por la compañía con algunas incorporaciones. “Que haya personas que hasta ahora no habían trabajado con nosotros es algo que se agradece mucho ya que representan aires nuevos, pero es verdad que contar con gente que conocemos bien facilita mucho el trabajo. Al fin y al cabo, mi idea cuando formé el grupo era que tuviésemos un lenguaje común”.

No falta, además, la colaboración especial de Leonardo DiCaprio, que “está arrancando todos los días una amplia sonrisa al público”, sin olvidar que también “ha venido a apoyarnos ante el abandono institucional”.