Vitoria - El próximo 28 de octubre, la Federación Española de Profesionales de Fotografía y de la Imagen (FEPFI) dará a conocer los ganadores de la nueva edición de sus premios para elegir al Mejor Fotógrafo del Año, un palmarés con el que, además, se conformará -junto al de 2016- la representación estatal en la World Photographic Cup, que se llevará a cabo en Japón. Será el último paso de un proceso que cuenta con sello alavés, puesto que el autor gasteiztarra Josu Izarra es uno de los creadores finalistas gracias a cuatro imágenes que han sido elegidas en las categorías de Naturaleza (dos) y Retrato (otras dos).

Que su camino sea lo más fructífero posible está ahora en manos del jurado de los premios FEPFI, compuesto por el mexicano Fernando Blanco Farías, Javier Avis, el portugués André Boto, Dolors Porredón y Pedro Belizón, un papel que Izarra conoce bien puesto que le ha tocado desempeñarlo en el caso de la World Photographic Cup. “Al ser juez, hasta ahora no me había presentado, pero como este año estoy liberado de esa función, me he decidido a tomar parte”, apunta el fotógrafo vitoriano.

En el caso de la categoría de Retrato, las dos imágenes escogidas por la federación forman parte de una misma sesión realizada hace unos meses con la también fotógrafa y artista alavesa Leire Baztarrica. “Trabaja muy bien. Da mucho juego. La conocí por casualidad y la verdad es que ha sido una suerte que nos encontrásemos. No tienes la posibilidad de trabajar con tanta gente que pose así, que te pille tan rápido la idea que quieres y tienes en la mente. Además, que ella sea fotógrafa es una ayuda importante”, relata Izarra sobre un trabajo realizado utilizando ropa de la tienda Wilco en el que el autor buscaba “preparar y usar determinados fondos” que le interesaban de manera especial.

En lo que se refiere a la sección de Naturaleza y Paisaje, las dos instantáneas seleccionadas son imágenes tomadas con un dron tanto en Estíbaliz (más en concreto, en el aparcamiento cercano la santuario) como en un emplazamiento junto a Monasterioguren. “Siempre me ha gustado la fotografía aérea y quería probar, más que nada, qué resultados podía obtener con los drones. Y la verdad es que, respetando siempre la legislación, puedes hacer unas tomas y tener unos puntos de vista muy interesantes que, de momento, no están muy trillados. Con las cámaras GoPro ya nos hemos empezado a cansar, pero con los drones todavía nos sorprenden los resultados”, describe Izarra, quien ya espera a ese 28 de octubre, cuando puede ser elegido como el Mejor Fotógrafo del Año.