Vitoria - Son varios los países que cuentan con obra suya. De hecho, el camino de Casto Solano se ha cruzado ya en diferentes ocasiones con ciudades tanto de Estados Unidos como de Canadá, lugares que en este 2017 está volviendo a visitar para instalar de manera definitiva las esculturas premiadas en cuatro concursos internacionales en los que el creador navarro afincado en Gasteiz ha conseguido triunfar.
Ha sucedido así con Togetherness, pieza inaugurada en Seattle hace unas semanas. En mayo del año pasado se hizo público que Solano se había hecho con el certamen convocado en la ciudad norteamericana para crear una escultura en honor a Roberto Maestas, líder del movimiento por los derechos civiles del lugar y fundador de El Centro de la Raza, un centro educativo, cultural y de servicios sociales. Fueron 72 los autores que se presentaron al concurso, que se terminó decidiendo por una decisión unánime del jurado elegido.
La escultura, realizada en acero y bronce y de siete metros de altura, se encuentra concebida de tal modo que logra proyectar diferentes siluetas y formas geométricas en el pavimento en función de cómo incide la luz en ella. Para este trabajo, Solano investigó acerca de cómo los pueblos indígenas americanos percibían el cielo y qué significaba para ellos. “Un gran número de mis esculturas hacen referencia a valores humanos, como justicia social, diversidad, paz y libertad. Togetherness en concreto sintetiza para mí la labor de Roberto Maestas llevada a cabo en su comunidad”, asegura el artista.
Cabe recordar que en junio, el artista abandonó también Vitoria para cruzar el Atlántico ya que en Minnesota se puso de largo Little Giants, obra ubicada frente al Como Park Conservatory de Saint Paul. En este caso, se trata de una escultura de siete metros de altura que el creador ha llevado a cabo tras hacerse con otro certamen, esta vez siendo seleccionado entre un centenar de autores.
La obra está realizada en acero inoxidable y en ella Solano refiere la importancia ecológica de las praderas americanas. Para ello, grandes hierbas con sus enormes tallos son habitados por luciérnagas que se iluminan a la noche. “Tal vez sintiéndonos pequeños bajo ellas, nos demos cuenta de la enorme importancia de las pequeñas cosas”.
De todas formas, el viaje es de ida y vuelta. En nada, se inaugurará una nueva creación (Golden tree) en Alberta (Canadá), mientras que en otoño, de nuevo en Estados Unidos, el turno será para Dallas. Todo ello mientras Solano se encuentra desarrollando proyectos de obra pública en Francia.