pamplona - Siempre prolijo en explicaciones, Álvaro Urquijo charló con DIARIO DE NOTICIAS antes de su nueva visita a Iruña.
Justo hoy hace dos años visitabais Zentral para presentar Algo prestado (la entrevista se realizó el martes, día 16). Dos años después, regresáis a la misma sala todavía con este disco de versiones bajo el brazo, ¿qué se va a encontrar el público de diferente entre ambos conciertos?
-Nosotros, como buen grupo que lleva muchos años haciendo directo y que vivimos de ello, es un placer volver a visitar una ciudad y dejar buen sabor de boca. No siempre tienes que ser esclavo del año de producción del disco. Ahora, por ejemplo, nuestro repertorio tiene tres bloques: uno que sería la parte cambiable, en función de los últimos trabajos; un núcleo central integrado por canciones de Los Secretos que, creemos, que la gente cuando paga una entrada y se molesta en ir a vernos es porque quiere escuchar esas canciones; y un tercero que son temas que no se han tocado mucho en la historia del grupo. Con todo esto intentamos ofrecer un buen show independientemente de qué disco haya en la calle o no. Yo me he llevado chascos muy gordos con artistas internacionales que han tocado en mi ciudad que tenían como objetivo solo presentar su último álbum, y me he cagado en sus muelas... Porque pagas una entrada, vas con todo el corazón y el cariño, y vale, tócame el último disco, pero también las que todo el mundo quiere escuchar. Nosotros anteponemos un buen espectáculo, completo, compensado, con de todo un poco, sopesando, eso sí, el lugar que tocamos. Por ejemplo, sabemos que tocamos hace dos años en Pamplona con un repertorio, intentaremos no repetirnos en demasía pero sí ofrecer un buen espectáculo. Siempre hay una concesión que tiene como objetivo el entretenimiento, el buen desarrollo del espectáculo y a que todo el mundo, en el mayor porcentaje posible, quede satisfecho. Por otra parte, hemos ido introduciendo pequeñas mejoras, como instrumentos que hemos creado especialmente para Los Secretos, como una guitarra eléctrica de ocho cuerdas, que es un híbrido entre la de seis y la de doce y que me sirve mucho mejor para concretar y sintetizar, ya que no tienes más que dos brazos, las dos o o tres guitarras diferentes que metes en una canción. En este sentido también hemos renovado guitarras para que suene mejor el tema acústico y tenga la misma calidad que eléctrico y combinen ambos de una manera bonita. Es decir, estamos siempre muy pendientes de llevar las cosas al mejor punto que podemos, para poder salir del escenario en cada ciudad diciendo que lo hemos hecho mejor que en la anterior ocasión. Así, yo, personalmente, intento cada día cantar mejor, pero también como guitarrista; al principio tuve que apartar esa faceta porque no era capaz de ser el guitarrista del grupo y cantar a la vez, pero ahora sí puedo decir abiertamente que puedo tocar la guitarra como cuando era solo el guitarrista de Los Secretos y cantar como si fuera un cantante solista. Todas esas partes aportan, como el nuevo Hammond más pequeñito que se ha comprado Jesús, o las nuevas baquetas del batería, que tiene unos shakers incorporados para darle más ritmo...
Algunas de estas canciones prestadas, después de tanto tiempo tocándolas, ¿se han convertido ya casi en vuestras, como le ha sucedido, por ejemplo, a Hurt, con Johnny Cash, que ya casi nadie se acuerda de su creador, Trent Reznor, y de Nine Inch Nails, el grupo que la editó inicialmente?
-En parte, sí. Al principio de Los Secretos, como éramos muy jovencitos e inexpertos, y tampoco teníamos la intencionalidad de llenar los discos porque sí, con tal de editar y vender; simplemente lo único que queríamos era grabar las canciones que componíamos o que nos gustaban mucho. El fin último no era la comercialización de nuestra música sino una vía para darla a conocer. Y es verdad una de las primeras canciones que nos hizo famosos fue Sobre un vidrio mojado, que no era nuestra, pero que la escuchamos en el año 77 en el programa Flor de Pasión, de Juan de Pablos, y mi hermano Enrique la cogió, le encantó y la montamos en los ratos que teníamos, en una fábrica de caramelos que había en Torrejón de Ardoz y donde el padre del batería nos dejaba una espacio para ensayar. Y esa fue una canción que formó parte de nuestro repertorio durante años y era de un grupo uruguayo, Cano y los Bulldogs; curiosamente Canito fue nuestro primer batería (cuando el grupo se llamaba Tos. Canito murió en 1980, en accidente. La entrada de un nuevo baterista, Pedro A. Díaz, conllevó también nuevo nombre para el grupo, Los Secretos). En nuestro repertorio hemos llegado a contar con cuatro o cinco canciones del grupo Mamá, como Nuevo color, Margarita, Nada más... Son temas que hemos pensado que era bueno revisitar porque en su día no tuvieron una buena difusión o pasaron desapercibidas, y tanto mi hermano Enrique como yo dijimos que esas canciones había que tocarlas aunque no fueran nuestras; nunca hemos pensado quién es el autor de la canción sino que el resultado final sea óptimo. No hay que ser ni cantautores al 100% ni intérpretes únicamente, hay sitio para todo, la música son sensaciones, sensibilidad y emociones, y quien la componga da igual. A nosotros nos ha pasado, si tú tecleas Déjame en Youtube o en Google, te encontrarás con más de diez versiones: una flamenco, otra en chill out, otra mejicana... Realmente, la música es libre, y lo que pase con ella o cómo cada uno la interprete debe ser en función de que interese a alguien. Y nosotros hemos puesto las canciones por encima de criterios autorales, o de quién compone en el grupo o no; de hecho, ha habido siempre muchas cabezas compositoras, incluso fuera de la banda. Al principio componían Canito, mi hermano Enrique y yo un poquito; luego fui yo con mi hermano Enrique; posteriormente tomamos el relevo Pedro y yo, y seguido Enrique también con Pedro... Tras la muerte de este último se incorporó a la composición Jesús Redondo junto con Enrique. Siempre con el fin último de que el grupo tuviera un buen repertorio. Hasta el punto de que hoy, canciones como Échame a mí la culpa, que tienen 70 años, funcionan perfectamente en nuestros conciertos. La música es la música, no ponemos etiquetas.
Comentabas hace dos años que el proyecto de ‘Algo prestado’ iba a ser un disco doble, uno con versiones, el que salió, y otro con temas propios. Pero que este último no llegasteis a trabajar porque te pilló en un momento de enfado supino con el mundo, sobre todo con los políticos, y no querías trasladarlo a las canciones. ¿Sigue el enfado o has rebajado la tensión hasta el punto de poder afrontar de nuevo la composición?
-Aquella época tocó con la subida del IVA, cuando nos dimos cuenta de que la cultura, en el ámbito político no tenía hueco, al igual que el I+d+i. Es decir, que España ni invierte en ciencia ni en cultura, de hecho, solo se acuerda de los músicos cuando ya son muy famosos, y entonces los consideran marca España y dicen “qué orgullosos estamos de ellos”. Pero, realmente, que llevo 40 años en el mundo de la música, no he visto ni un atisbo de una culturalidad tipo a la que pueda haber en Gran Bretaña o Estados Unidos, países que adoptan esta industria como parte de su cultura y de su identidad y la defienden a capa y espada. Aquí no, aquí se ha roto hasta la barrera de vasos comunicantes con Latinoamérica, a donde antes nosotros exportábamos en los años 90, y ahora son ellos los que no mandan música como el reggaeton. En cualquier caso, ya tengo cuatro o cinco proyectos de canciones muy serios, que me gustan mucho y que ya no están basados en esa reacción de indignación y de frustración que a mí me llenó. Por otra parte, no solamente la culpa la tiene los políticos, también son responsables la grandes compañías de discos, como la nuestra, que ha abandonado a su suerte a los artistas, ya que solo significamos posibles ingresos a través de colaboraciones en directo que tenemos que pagarles y, además, han dejado de invertir en otros artistas y se han convertido en factorías de negociar con los operadores de Internet, para que ellos sí tengan beneficio y no nosotros; pero esto no lo digo solo yo, lo dice Taylor Swift, Pharrell Williams, Radiohead o Bruce Springsteen. Es muy injusto que se consuma más música que nunca, con sus teléfonos y sus casquitos, y no no pido que esa gente pague, pero luego ves los beneficios de Apple o de Movistar, y eso significa que por las vías por las que se transmite ahora la música no están pagando ni un duro por los derechos de autor. Hacer un trabajo de cuatro meses, para dar salida a un disco que te ha costado componer dos años, para que luego te pregunten si has sacado un disco porque éste no ha tenido difusión... Mi mala uva de aquella época era también porque se enrareció muchísimo el ambiente con respecto a los autores porque se nos demonizó. Ahora lo he superado, me he dado por jodido, asumo que el mundo está así, y que toca ponerse el mono de trabajar y seguir con el directo, que es nuestra forma de difundir y promocionar nuestras canciones. Nosotros llegamos a hacer hasta 39 actuaciones musicales en televisión en un año, en diferentes programas y cadenas, ahora todo se limita a videoclips y redes sociales. Pero nuestro fuerte es no sucumbir ni al odio ni a la rabia y hacer música con el corazón, porque nos sentimos muy afortunados de poder seguir trabajando con dignidad. Si volvemos a un sitio dos años después, algo bueno habremos hecho.
Asumidas todas esas dificultades, ¿veremos nuevo disco de estudio de Los Secretos este año?
-Estamos haciendo un disco que a mí me va a encantar, ese es mi baremo, porque me podría intercambiar con casi cualquier de nuestro seguidores porque tengo sus mismos anhelos a la hora de escuchar canciones. No puedo trabajar en el nuevo álbum tanto como quisiera, porque las actuaciones nos quitan tiempo en ese sentido, pero nuestro objetivo es editarlo a este año o el que viene... Teniendo en cuenta que en 2018 cumplimos 40 años y tenemos varios frentes abiertos, entre ellos el estreno de un documental, Una vida a tu lado, financiada por nosotros, ya que no había material audiovisual a través del que la gente pudiera conocer nuestra historia. En septiembre de este año esperamos entrar a grabar y ya veremos si sale este año y o el que viene, porque las canciones, si son buenas, caminan solas.