No son cosas del pasado. Internet es, en muchos casos, el escenario de las nuevas apariciones que en otros momentos y lugares se identificaron con visitas de seres de otros planetas, expresiones religiosas... No hay que irse muy lejos para encontrar ejemplos de ello. Sin salir de Álava vale con mencionar de manera rápida el caso del treviñés Ochate o el santuario de Nuestra Señora de la Encina en Artziniega. Uno y otro aparecen reflejados en Visiones. Mística y política en el País Vasco, una exposición a través de la cual mirar más allá de peregrinajes, misterios y teorías para, desde el respeto a los que creen, proponer una reflexión sobre los intereses económicos e ideológicos que se encuentran detrás de estas situaciones, así como las coincidencias, sobre todo en lo que se refiere a la representación iconográfica y artística de los visionarios, que se pueden rastrear a lo largo de la historia.

De mano del Centro de Estudios de la Imagen Sans Soleil, la sala Araba y la Fundación Sancho el Sabio se propone esta muestra con dos sedes hasta el próximo 3 de junio. En Betoño se encuentra, sobre todo, la parte bibliográfica y documental que ha servido para construir el proyecto. No en vano allí se encuentra uno de los mejores y mayores archivos de temática vasca del mundo.

Con todo, es en el espacio de Dendaraba donde se ubica la parte central de la producción comisariada por Ander Gondra y Gorka López de Munain. Aquí, a través de paneles explicativos, fotografías, reproducciones de medios de comunicación e ilustraciones, se hace un recorrido por varios casos de estas supuestas apariciones en Euskadi, siendo el eje central del discurso planteado el curioso caso de la virgen de Ezkio, cuya historia de intereses paralelos sigue hasta la actualidad, puesto que las obras del Tren de Alta Velocidad (TAV) han obligado a trasladar el pequeño santuario que todavía existe en la localidad guipuzcoana.

La leyenda sobre este lugar llegó a límites desproporcionados. En teoría, los hermanos Antonia y Andrés Bereciartua se encontraron con una imagen de luz luego interpretada como una aparición mariana justo a los dos días de la proclamación de la II República, lo que en principio se entendió como un respaldo de la Virgen a los vascos por su supuesta resistencia al nuevo régimen y por el hecho de que, según algunos, hablaba en euskera, para luego ser utilizado por los carlistas para demostrar el catolicismo de Euskadi... En realidad, la virgen de Ezkio lanzó mensajes en favor de la monarquía, de la tradición, de la paz, de... y fue la primera que llegó a anunciar el inicio de la Guerra Civil con años de antelación. No es de extrañar esta profusión de mensajes teniendo en cuenta que se llegaron a contar unos 200 visionarios en un lugar al que, a principios de la década de los años 30 del siglo pasado, se relata que se llegó a acercar un millón de personas.

Tanto el Gobierno central -la cuestión se llegó a tratar en las Cortes Generales- como, sobre todo, la propia iglesia católica -cabe recordar que entonces la Diócesis de Vitoria abarcaba también a Bizkaia y Gipuzkoa- hicieron todo lo posible para terminar con aquello viendo las dimensiones que estaba alcanzando, algo que al final se consiguió en gran medida. “No estamos aquí para juzgar pero sí para plantear una serie de cuestiones e invitar a la reflexión”, apuntan los comisarios de la muestra.

También, aunque no sea el objetivo principal, en la sala Araba se puede hacer un recorrido por la iconografía propia de estas situaciones, esa forma de representar a quienes en teoría son testigos de lo imposible con los ojos como idos, las bocas entre abiertas, las cabezas ladeadas y colocadas hacia arriba. “En el barroco ya había tratados de cómo representar a los visionarios en ese momento de éxtasis, unos códigos que se pueden rastrear hasta hoy, por ejemplo, en el trabajo de muchos fotógrafos de prensa durante los discursos de Obama antes de llegar a la presidencia y después”.

Con todo, la apuesta no se queda en esta exposición con dos sedes. También se va a editar un catálogo que incluirá un ensayo “más amplio” para profundizar en distintos aspectos. En este mismo sentido, la clausura de la muestra se aprovechará para realizar una jornada especial que contará con varias voces expertas para tratar cuestiones como las apariciones en la Edad Media o en el cine, por ejemplo.