Vitoria - Acaba de regresar de Lationoamérica y se prepara ya para los últimos conciertos del año mientras en televisión sigue ejerciendo su papel de coach de futuros cantantes. Y entre tanto ir y venir, Malú encuentra un hueco para ir mirando a su actuación en Gasteiz junto a DNA, una cita que arrancará a las 21.00 horas y para la que todavía hay entradas a la venta.
Vitoria, Pamplona, Madrid, Barcelona ¿y vacaciones?
-Ahora mismo no tengo tiempo de pensar en eso, estoy completamente centrada y con ganas de estos conciertos mientras seguimos La Voz.
No sé si al ir finalizando una gira como la actual, justo recién llegada además de Latinoamérica, hay cierta sensación de pena al tener que bajarse por un tiempo del escenario.
-La verdad es que donde soy realmente feliz es sobre el escenario, con mi publico. ¡Es lo que más me gusta en el mundo! Así que en estas fechas, cuando veo que se va terminando el año, comienza la pena... Pero todavía quedan conciertos como el de Vitoria donde nos lo vamos a pasar muy bien.
Hace dos años, su última visita a la capital alavesa fue dentro del tour de ‘Sí’. Ahora es ‘Caos’ la excusa perfecta. Son dos discos en los que es fácil rastrear la ‘marca de la casa Malú’, pero también álbumes diferentes, ¿verdad?
-Así es, ambos son discos con un mensaje positivo pero es verdad que son diferentes y creo que es algo que se refleja en el directo.
Hay canciones que Malú no puede olvidar en directo. Vamos camino de cumplir dos décadas desde ‘Aprendiz’. ¿Alguna vez tiene tiempo para pensar en todo lo que ha pasado desde entonces? Las alegrías son muchísimas, ¿las penas o los sinsabores es mejor olvidarlos?
-No me he parado a pensarlo, la verdad. En tanto tiempo he pasado por muchos momentos que me han hecho ser quien soy y llegar hasta donde estoy ahora mismo, así que son parte de mi.
Con todo, el camino que queda por delante es largo y es de esperar que igual de exitoso. ¿O todo lo conseguido y peleado hasta ahora supone una presión a veces excesiva a la hora de pensar en el próximo? ¿No tiene la sensación a veces de que hay demasiados ojos puestos en usted?
-Sí, sobre todo cuando eres exigente con uno mismo. Cuando me siento a plantear mi próximo trabajo, quiero que sea lo mejor, principalmente porque creo que es lo que se merecen todas las personas que compran un disco o van a un concierto. Pero ahora mismo, estoy enfocada en terminar el año y que estos últimos conciertos sean inolvidables.
Son miles las personas que le acompañan en cada concierto. ¿No le entran ganas a veces de tocar en una sala pequeña, para, no sé, ochenta-cien personas?
-Todos los conciertos son especiales y tienen su encanto. Lo importante está en la conexión que hagas con el publico y aunque pueda parecer complicado, intento que la haya con 15.000 personas o con ochenta.
Cuando está sola ¿qué escucha o la música es el trabajo y cuando está en tiempo de ocio prefiere desconectar también de lo que hacen otros?
-Escucho todo tipo de música: pop, más rock... La música nos acompaña siempre, en cada día y es imposible desconectar de ella.
¿Qué tal de nuevo en la televisión?
-La Voz es un programa muy bonito que hace que personas puedan cumplir su sueño. Estoy muy contenta de haber participado en esta nueva edición y poder compartir con mi equipo y compañeros tanta ilusión.
Hablando de pantallas, me refiero ahora a la del ordenador. No necesita bucear uno mucho para encontrarse en Internet con uno y mil vídeos de gente cantando sus canciones. ¿Alguna vez curiosea?
-Me gusta que las personas hagan suyas mis canciones, que a través de ellas puedan expresarse y mostrar su mejor versión.
Tal y como están las cosas, ¿hace falta más música en la vida?
-Siempre nos hace falta más y más música.
Imagine que sale del Buesa Arena y una persona joven se acerca a usted y le dice pide un consejo para dedicarse a esto de la música.
-Le diría que luche por cumplir su sueño y nunca tire la toalla. - DNA