Okondo - La escritora de Okondo Inma Roiz sigue empeñada en plasmar por escrito sucesos del pasado, que no suelen encontrar hueco en los libros de Historia que se estudian en las aulas, pero que para el común de los mortales resultan mucho más interesantes e instructivos que las fechas de mil batallas, guerras o coronaciones reales. Hace tres años ya lo hizo con su exitoso Manuela, un relato costumbrista que supuso su debut literario y que trasladó a los lectores a la sociedad cerrada del siglo XVIII, a través de los Allende y Ayerdi de Gordejuela. Una familia con una hija pequeña fuerte e independiente que, contra todas las oposiciones de la época, lucha por mantener el nombre y la casa a la que pertenece; mientras su hermano embarca rumbo a la Nueva España (México) a hacer fortuna, como tantos otros jóvenes vascos.
Ahora, y de nuevo de la mano de la editorial Ttarttalo, ha vuelto a rescatar del olvido otro capítulo, aunque de un pasado más reciente. La historia de los serrones cántabros y asturianos que, en los años 40 y 50 del siglo pasado, migraron a Euskadi a labrarse un futuro cortando madera en los montes, y “sobre los que hay muy pocas referencias escritas, pese a tratarse de un oficio que trajo un periodo económico muy boyante a nuestro país, y de cuya existencia he tenido constancia siempre porque se trata de la profesión por la que mi padre, que ya no está entre nosotros, asentó sus raíces en Okondo: la ciudad del oro verde (la madera), aunque primero pasó por Gipuzkoa”, apunta la autora, explicando con ello el título de su segunda novela, Oro verde.
Personaje masculino Para argumentar el relato -el de un niño de nombre Roque que crece al abrigo de las montañas altas de Liébana (comarca cántabra enclavada en Los Picos de Europa), esperando la oportunidad de convertirse en adulto y atravesar las cimas nevadas que le rodean- Roiz ha hecho una intensa labor de investigación en los escasos fondos documentales que hay sobre el tema, y sobe todo “entrevistando a las personas que lo vivieron. En su mayoría, hombres que, de muy jóvenes, fueron elegidos por sus familias por su resistencia física, y que trabajaron en nuestros montes de sol a sol, para suministrar a las serrerías, papeleras o astilleros de la época, viviendo en cabañas de condiciones muy rudimentarias y, muchas veces, al margen de la sociedad; aunque también los hubo, como mi aita, que se quedaron aquí y montaron una familia, por lo que también hay romance en la novela”, adelanta Roiz.
Así pues, Oro verde es la historia de dos mundos distintos que bien podrían transcurrir en siglos diferentes y que, sin embargo, acontecen paralelos en un mismo tiempo. Mientras que en la aldea la vida se desliza serena y silenciosa, al ritmo de la naturaleza y sus exigencias, en los montes vascos el trabajo de la madera, la tala, marca cada instante de la jornada, con cuadrillas de hombres jóvenes hechos a sí mismos, aprendidos y enseñados a transitar por la vida libremente. “Ésta es una historia de rupturas, de tiempos cambiantes, de la metamorfosis lenta pero innegable que sufre la sociedad sometida y cercenada de la postguerra. Pero es, sobre todo, la historia de Roque; es él quien levanta los puentes entre lo rudimentario y la modernidad que asoma tras las fronteras reales e imaginarias en las que todos vivimos. El paso del hacha y los carros de bueyes a la motosierra y los camiones para sacar la madera del monte”, describe la autora que, tras presentar su libro en Okondo, hará lo propio a las 19.30 horas del día en la sala polivalente de la Herriko Plaza de Llodio, y a las 18.30 horas del 16 en la librería Elkar de Gasteiz.
Biografías noveladas En los tres años transcurridos entre sus dos novelas, la también periodista, licenciada en Antropología y especialista en migraciones, no ha estado de brazos cruzados. De hecho, trabaja y colabora en diversos medios de comunicación, y acaba de poner en marcha un nuevo proyecto de biografías noveladas, junto a las hermanas Laura y Marta Zaldibar.
Se trata de www.novelame.com, un proyecto innovador donde los haya, por el que dan forma de libro a los recuerdos y vivencias de personas, familias o empresas. “Ayudamos a las personas a conservar su pasado para que pueda transmitirse fácilmente entre generaciones, y para ello, entrevistamos a los protagonistas, digitalizamos fotografías y redactamos una novela sin ficción, confidencial y personalizada”, explica Roiz.
Las tres emprendedoras trabajan en el mundo de la comunicación, el diseño y la historia, y llevan 20 años dedicándose a ello. En todo este tiempo han conocido historias anónimas sorprendentes, las cuáles les han dado la pista para crear juntas este proyecto. “Esta nueva aventura no es algo ajeno a lo que antes hacíamos de forma individual. En nuestras respectivas profesiones nos estábamos encontrando con mil historias de niños de la guerra, la época del estraperlo, mujeres pioneras o similar que, pese a haber transcurrido hace medio siglo escaso, se iban a perder tras la muerte de sus protagonistas y es una pena”, sentencia Roiz.