Pamplona - Cuatro líneas que finalizan con esta despedida: “Et alegraçaytec ongui. Çure guçia” (Y alegraos bien. Todo vuestro) convierten la carta escrita en 1416 por Machín de Zalba, un oficial real de Carlos III el Noble, en un documento de gran valor, por tratarse del texto de mayor extensión escrito en euskera en época medieval del que se tiene constancia hasta la fecha. La brevedad de su extensión no resta un ápice de importancia y singularidad al documento, que refleja cómo parte de la población navarra se expresaba oralmente en euskera, aunque no será hasta más de un siglo después cuando esta lengua llegue a la documentación y a la expresión literaria.

La carta fue descubierta y dada a conocer en 1969 por Florencio Idoate, por entonces director del Archivo de Navarra, quien la halló intercalada en uno de los registros de cuentas de la Cámara de Comptos. Desde ese momento, el texto estuvo expuesto durante años de manera permanente en la cámara acorazada de la antigua sede de la institución, y en 2014 volvió a mostrarse en la exposición conmemorativa que celebró el Archivo Real y General de Navarra con motivo del décimo aniversario de su reapertura.

Con motivo del 600 aniversario de su redacción, el Archivo Real y General de Navarra dedica a La carta en euskera de Machín de Zalba (1416) su microexposición de abril. La muestra, de acceso libre y gratuito, permanecerá abierta durante todo el mes, en la galería baja del Archivo. Los horarios de visita son de lunes a viernes de 8.30 a 14.30 horas y de 17.00 a 19.00 horas y los fines de semana y festivos de 11.00 a 14.00 horas.

cartas entre san martín y zalba El documento expuesto desde el viernes contiene en realidad dos breves cartas, escritas ambas en el mismo soporte, que se cruzaron dos personajes llamados Martín de San Martín y Machín de Zalba. A pesar de que las cartas no están fechadas, gracias a la rica documentación del fondo documental de la Cámara de Comptos, se puede confirmar que ambos eran oficiales reales de la alta administración al servicio del rey Carlos III el Noble, y que es muy posible que las cartas fueran redactadas en 1416.

La primera carta está redactada en romance navarro, lengua usual en la administración real navarra de la época, pero también contiene un saludo de despedida en euskera: “Jaunatiçula egun hon” (que Dios te dé buen día). En esta carta, Martín de San Martín solicitaba a Machín de Zalba que le señalase por escrito a cuánto ascendía una rebaja fiscal que los habitantes de San Juan de Pie de Puerto habían obtenido del rey. Curiosamente, aprovechaba el final de la carta para introducir un tema privado y le pedía a Machín de Zalba confirmación sobre su asistencia a una cena a la que ambos, al parecer, estaban invitados.

En su respuesta, Machín de Zalba, que por entonces ostentaba el cargo de recibidor de las finanzas de los cofres del rey, le contestaba en romance navarro al asunto de la cena comunicándole que no podría asistir porque tenía huéspedes en casa a los que atender; y acto seguido pasaba a utilizar el euskera para dar cumplida contestación a la consulta sobre la rebaja fiscal de los vecinos de San Juan de Pie de Puerto.

la singularidad del documento Como es bien sabido, durante toda su historia, la administración navarra se expresó primero en latín y en romance navarro, y más tarde en castellano. Los miles de testimonios documentales que se conservan en el Archivo de Navarra -más de 25 kilómetros lineales- así lo atestiguan. Sin embargo, esta realidad escrita no debe ocultar otra, la de la tradición oral, que revela cómo parte de la población se expresaba únicamente en euskera, lengua que no llegó ni a la documentación ni a la expresión literaria hasta mucho tiempo más tarde.

Existen otras peculiaridades que hacen excepcional a este texto, como el hecho de constituir una pequeña muestra de correspondencia de tipo privado, una tipología cuyos ejemplos conservados de época medieval tampoco son abundantes. También resulta curioso que ambas cartas figuren en el mismo soporte, una pequeña hoja de papel, y que precisamente su contenido administrativo fuera lo que terminó por garantizar su conservación a perpetuidad en el archivo de la Cámara de Comptos.

No obstante, no se trata del único testimonio redactado en euskera de todos cuantos han pervivido en los archivos. Siendo como es el euskera una lengua que no gozó de tradición escrita generalizada hasta época posterior, los escasos ejemplos conservados de textos escritos en dicha lengua de época medieval suelen reducirse a unas pocas palabras. Tal es el caso, por ejemplo, de otro de los documentos expuesto en la microexposición, como es la anotación “euskérica eric vere gogoan” que figura al dorso de uno de los folios de las cuentas del año 1294 que el baile de San Juan de Pie de Puerto presentó a la administración real. Un documento que, conservado también en el Archivo de Navarra, sirve para contextualizar y valorar en sus justos términos la importancia de que el párrafo en euskera de la carta de Machín de Zalba haya llegado a nuestros días. - DNA

Peculiaridad. El texto constituye una pequeña muestra de correspondencia privada, una tipología cuyos ejemplos conservados de época medieval tampoco son abundantes.

Acceso libre y gratuito. La muestra permanecerá abierta al público durante todo el mes de abril en la galería del Archivo de Navarra.