con botas militares, ajustados pantalones de cuero, vestidos de seda estampados, chaquetas de pelo y pintalabios negro, Louis Vuitton demostró ayer en París que hay vida más allá de las continuos guiños a la moda de otras décadas y que aún queda mucho por diseñar. La última jornada de la Semana de la Moda de París y de un intenso mes de desfiles tras Nueva York, Milán y Londres atrajo a celebridades como Catherine Deneuve, Jennifer Connelly, Selena Gómez, Jaden Smith o la cantante Zendaya, que ocuparon la primera fila. En una sala repleta de columnas de espejos, los diseños de Nicolas Ghesquière provocaron una gran ovación del público. Es uno de los modistos más valorados de su generación y tras su paso por Balenciaga, de donde se despidió en 2012, está rompiendo esquemas en Louis Vuitton con apuestas arriesgadas que combinan sofisticación y comodidad. Los jerséis deportivos fueron amplios y a modo de abrigo, combinados con pantalones brillantes en piel. El negro opaco de los labios de las modelos contrastó con un discreto maquillaje nude, para huir de un posible y desafortunado efecto gótico: la idea era la sofisticación y la firmeza.
También desfiló la firma Moncler Gamme Rouge, que apostó por un escenario de montañas nevadas. Se decantó por el blanco con el que vistió a las modelos en un estilo tirolés que recupera los típicos sombreros y las trenzas como peinado favorito. Abrigos y chaquetas de pelo blanco por arriba y faldas de encaje y shorts muy cortos abajo, combinados con tupidas medias blancas y zuecos con la suela de madera, como los originales tiroleses. La firma creó estampados divertidos e ilustró algunas prendas con fotografías de paisajes montañosos a los que añadió flores en un efecto tridimensional, en siluetas ligeramente cocoon.
Y fin de fiesta con Miu Miu, hermana pequeña de Prada, que no defraudó en su tradicional estilo Lolita, adaptando las siluetas de los 50. Looks comerciales y divertidos, como el de camisas masculinas que se llevaron a modo de vestidos -muy cortos- bajo parkas y abrigos de corte masculino, con detalles de piel en las mangas. Para feminizar los estilismos, Miuccia Prada marcó las cinturas con anchos cinturones a juego con los abrigos: anchos y estampados para los floreados, y de tela para las parkas, atados con un simple nudo. Miu Miu es una de las firmas favoritas de la Semana de la Moda, ya que sus propuestas siempre encuentran la armonía entre innovación, aires vintage y confort, como los maxivestidos floreados hippies que combinó con cazadoras rectas sesenteras. Atención también a sus sandalias planas de pelo que imitan las zapatillas de casa, aunque cargadas de perlas para darles un toque chic. Y hablando de calzado, inspirado por San Petersburgo y la cultura rusa, el colombiano Edgardo Osorio, creador de Aquazzura, presentó una colección de zapatos que combina sensualidad, diseño y comodidad, claves que le han convertido en la firma fetiche de las famosas. Los colores caqui, burdeos, negro y azul marino son los elegidos por Osorio, afincado en Florencia desde hace diez años, en una colección de aires militares, cargada de bordados y emblemas que recuerdan los símbolos religiosos ortodoxos y también las medallas de los militares soviéticos.
La Semana de la Moda de París dijo así “au revoir” a las propuestas de las más conocidas casas de costura para el otoño-invierno 2016/2017 en la que los armarios se llenarán de faldas evasé a la altura de la rodilla, tejidos metalizados, volantes y terciopelos.