londres - El magnate estadounidense de los medios de comunicación Rupert Murdoch y la exmodelo Jerry Hall se unieron ayer en matrimonio en la capilla de Saint Bride de la City de Londres, considerada “el refugio espiritual de los periodistas”.

La pareja, que el viernes se casó en una ceremonia civil en la suntuosa Spencer House, en el centro de la capital, bendijo su unión con un servicio religioso en la histórica iglesia de la calle Fleet, donde antiguamente se ubicaban los principales periódicos británicos.

Murdoch, de 84 años, y Hall, de 59, emergieron exultantes de la ceremonia, a la que asistieron un centenar de invitados, entre ellos los diez hijos de los dos -seis de él y los cuatro que ella tuvo con el cantante de los Rolling Stones, Mick Jagger- y personalidades conocidas del mundo del espectáculo y de la prensa.

Se vio llegar a primera hora a la directiva del imperio Murdoch en el Reino Unido, Rebekah Brooks -absuelta del escándalo de escuchas ilegales en los periódicos del magnate-, al actor Michael Caine, al cantante y activista Bob Geldof y a la artista Tracey Emin, entre otros.

El empresario, nacido en Australia pero nacionalizado estadounidense, entró en la capilla a las 10.30 hora local, flanqueado por dos de sus hijos, Lachlan y James, los tres vestidos con traje azul marino. El propietario de News Corporation llevaba una vistosa corbata con adornos plateados y zapatos de cuero marrón, y una rosa blanca en la solapa.

Hall apareció más tarde acompañada de su hijo James, vestida con un traje blanco drapeado de la diseñadora Vivienne Westwood -de cuerpo entallado y mangas de gasa-, que combinó con un velo y zapatos planos plateados.

Las hijas de Murdoch, Chloe y Grace Helen, y las de Hall, Elizabeth y Georgia May, fueron las damas de honor.

segunda ceremonia La boda se celebró después de que ayer la pareja formalizara su unión con una discreta ceremonia civil en un palacete del centro, a la que acudieron vestidos de azul marino, ella con una falda hasta la rodilla y un abrigo gris.

Después de la ceremonia por la Iglesia, el dueño de The Times y The Sun, para el que este es su cuarto matrimonio, tuiteó: “No más tuiteos en diez días ¡o quizás jamás! Me siento como el hombre más afortunado y feliz del mundo”.

La elección de Saint Bride para la ceremonia de ayer es simbólica debido a los lazos que el propio Murdoch tiene con el lugar, que ha estado vinculado con la actividad periodística de Fleet Street desde que se ubicaron las primeras imprentas en el siglo XVI.

Curiosamente, fue el mismo Murdoch quien contribuyó a acabar con esta tradición al trasladar en 1986 por la fuerza sus rotativas al barrio de Wapping, lo que provocó una histórica huelga de 6.000 trabajadores que marcó el futuro de la prensa del Reino Unido.

Murdoch y Hall dieron la noticia de su enlace el pasado 12 de enero, tras cuatro meses de relación, a través de un anuncio en la sección “Nacimientos, bodas y defunciones” de The Times.

Según la prensa británica, se conocieron el pasado verano, cuando fueron presentados por una hermana del empresario y su sobrina, Penny Fowler, en Australia. Hicieron pública su relación en octubre, cuando aparecieron juntos en un partido de rugby durante el Mundial disputado en Inglaterra, y el pasado enero se comprometieron en Los Ángeles (EEUU).

anteriores matrimonios El matrimonio con Hall es el cuarto enlace del magnate, que se casó en 1956 por primera vez con la auxiliar de vuelo australiana Patricia Booker, con la que tuvo un hijo. En 1967 contrajo matrimonio con la periodista escocesa Anna Torv, con quien tuvo tres hijos, y en 1999 con la empresaria china Wendi Deng, con quien tuvo dos y de la que se divorció en 2013.

La modelo texana, por su parte, estuvo comprometida en los años 70 con el líder del grupo Roxy Music, Bryan Ferry, pero le abandonó por Mick Jagger, con quien se unió en 1977 y se casó en 1990 en una ceremonia hindú en Bali que los juzgados británicos declararon inválida.

Con una fortunada cifrada por la revista Forbes en 11.200 millones de dólares, Murdoch levantó su imperio a partir de dos diarios locales de Adelaida (Australia) que su padre le dejó en herencia, cuando solo tenía 22 años. - Efe