Artziniega - La asociación etnográfica Artea, gestora del Museo etnográfico de Artziniega desde 1984, ha decidido cambiar la fecha por la que cada año -la última vez el pasado mes de noviembre- celebran lo que denominan como Museo Vivo que, de ahora en adelante, se celebrará el último domingo de febrero.

Así las cosas, este año será el día 28, de 11.00 a 14.00 horas, cuando los 1.700 metros cuadrados, distribuidos en 17 amplias salas, que configuran este espacio, cobrarán vida con la presencia de artesanos que realizarán sus trabajos delante del público asistente, como si el tiempo se hubiera parado en los años 30 del siglo pasado, y “el museo se hubiera convertido en un pueblo de hace 80 o cien años”, señala Mateo Lafragua, miembro de Artea.

Y es que en el Museo Vivo, los artesanos se acercan a las distintas secciones del museo, y es una buena, además de gratuita, ocasión para verles trabajar y conocer de cerca profesiones, oficios y formas de vida y trabajo perdidos en el tiempo y que forman parte de nuestra memoria reciente, tales como apicultores, tejedores, carpinteros, alpargateros, herreros, molineros o boticarios, de los que antaño preparaban medicinas naturales y ungüentos, por citar alguno.

Libro de poesía Antes, concretamente a las ocho de esta tarde de hoy, el espacio acogerá la presentación del libro de poesía La piedra rota, del sacerdote local Benjamín Respaldiza. Se trata de una colección de poemas, escritos de su puño y letra, en el que se acerca a la realidad social que le rodea. Sus poemas están intercalados con narraciones, y el prólogo está escrito por el Rector del Seminario de Vitoria, Luis Mari Goikoetxea.

No en vano, la vida de Benjamín Respaldiza ha sido intensa y siempre dedicada a los demás desde que se ordenara sacerdote en 1972. Su primer destino fue Angola, donde estuvo 8 años, y en el 77 se vio obligado a dejar la actividad pastoral y a trabajar como cooperante hasta el 80, en el que volvió a ejercer de nuevo.

En Artziniega, su ojito derecho, compaginó su actividad pastoral con la fundación del museo etnográfico. El siguiente destino sería Ecuador allá por el 85, concretamente se trasladó a Santa Rosa, en el Oro y a Bahía de Caráquez, en Manabí. Allí permaneció 22 años nada fáciles, trabajando codo con codo con los más necesitados, revelándose ante las injusticias, como el famoso caso La Yuca, en la que terratenientes quisieron hacerse con las tierras de los campesinos a base de quemar sus casas.

En 2000 vuelve a Ecuador a Palenque, en Los Ríos, y desgraciadamente la enfermedad le hace volver a Artziniega. En 2012 sufre un infarto y Agurain es su actual destino, donde dice sentirse muy a gusto.

En la presentación de su libro de esta tarde, con entrada libre y gratuita, otros poetas de la localidad le acompañarán para compartir con él su poesía. El acto también contará con música en vivo y recitación de poesías de La piedra rota. Al finalizar, se servirá un piscolabis para los presentes.