El baúl de los recuerdos de Bob Dylan tiene más prendas que el de la famosa tonadillera Piquer, como prueba su serie Bootleg, en la que rescata temas inéditos y rarezas de su carrera. La última colección se centra en su periodo glorioso de mediados de los 60, el de su tránsito del folk al rock y al blues electrificado, con versiones y ensayos de muchas de sus canciones míticas. En el caso de Kurt Cobain, su familia ha rescatado las maquetas caseras grabadas en solitario por el fallecido líder de Nirvana.
Ya lo cantaba Karina: “volver la vista atrás es bueno, a veces”. Y a ello se dedica Dylan desde hace más de una década con su The Bootleg Series, en la que rescata y actualiza las cintas originales grabadas (hasta la fecha) en los inicios de fructífera carrera. Su último paso, The cutting edge 1965-1966 (Columbia), documenta las legendarias sesiones de estudio de su (quizá) época artística más fructífera, la que va desde enero de 1965 a marzo de 1966. Son las sesiones de Bringing it all back home, Highway 61 revisited y el doble Blonde on blonde. Una trilogía maestra cuyas sesiones de grabación se rescatan en formatos diversos: desde el doble CD o triple vinilo con 36 canciones a una edición de lujo con seis discos que incluyen la sesión completa de Like a rolling stone y ya, solo para fans acérrimos, una edición de coleccionista de 18 CDs disponible solo desde la web del artista.
The cutting edge? ofrece una prospección del proceso creativo de Dylan en el estudio, con cortes, comienzos en falso o parones en lo que se muestra como una fotografía de la evolución de sus canciones y grabaciones en un periodo innovador de su carrera. Al contrario que en discos anteriores de la serie, aquí no se apuesta por canciones inéditas sino por tomas alternativas de muchas de sus canciones bandera, aunque también aparecen temas más oscuros, caso de She´s your lover now o el blues Pledging my time.
Antología casi inabarcable y gozosa para sus seguidores, evidencia su paso de la desnudez folk a la electrificación. De la toma con guitarra acústica y en solitario de She belongs to me a un Mr. Tambourine man con banda pero incompleto. De un desnudo Like a rolling stone grabado en un ensayo, con poco más que guitarra y una armónica dibujando el posterior fraseo mítico del teclado de Al Kooper, a varias tomas de Desolation row, una estremecedora al piano, pasando por apuntes que confluyeron en Medicine Sunday, un Just like Tom Thumb´s blues de leve aire latino, o una Visions of Johanna eléctrica y sureña.
casero Kurt Cobain: Montage of heck es el documental realizado por Brett Morgen con permiso de la familia del fallecido líder de Nirvana, que rescata imágenes caseras de la infancia y juventud de Kurt y de su posterior relación con su pareja e hija. La banda sonora de este documental incluye las grabaciones caseras que realizó Cobain al margen del grupo bandera del grunge.
El CD de Universal incluye bosquejos y apuntes, de corta duración y con guitarra acústica y voz, de canciones futuras como Sappy, Been a song o Clean up before she comes, esta con guitarra eléctrica. También aporta su rabia punk y desamparada en You can´t change, Burn my britches y Something in the way; el riff clásico de la banda en The Yodel song; una versión preciosa de And I love her, de The Beatles; un homenaje folk a su hija; desvaríos instrumentales entre la placidez y la distorsión; y Do, re, mi en la versión de lujo del CD. La música, solo una parte de la fotografía global del mito, necesita, se disfruta y entiende más con el apoyo de las imágenes del documental.