Nuevas caras y nuevas formas de hacer. La frescura de las actuales generaciones está llevando al cine vasco hasta metas insospechadas y gracias a Loreak y a Amama están en el punto de mira. Al menos así lo considera Miren Manias, doctora en comunicación audiovisual por la UPV/EHU e investigadora, quien ofreció una mesa redonda en Irudienea de la Durangoko Azoka junto con Irune Gurtubai, Lara Izaguirre y Joseba Usabiaga.

“Hay gente joven que está consolidada y que trabajan en largometrajes de ficción uno tras otro”. Este repunte del cine en euskera, en opinión de Manias, se debe a que se han introducido temáticas nuevas más allá del conflicto vasco y de la comedia, la familia y el caserío. “De esta manera estamos consiguiendo hacer cine no solo para vascos, sino para otros también”. Sin embargo, todavía quedan grandes retos por delante. El primero: mantener este camino que está situando al cine vasco en lo más alto. Y en segundo lugar, dar prestigio y poner en valor estas películas. “Hay que producir, pero también promocionar”, destaca.

Aunque el Libro Blanco de lo Audiovisual vasco, el Plan Vasco de la Cultura y el decreto de Financiación Audiovisual de 2007 han puesto al cine en euskera en el buen camino, Manias asegura que hay que recuperar la conexión con el público. “Es algo que todavía tenemos pendiente y que hay que solucionar para seguir avanzando”. Para ello, señala la televisión como principal herramienta en este proceso. “Las películas ahora se consumen más en la pequeña que en la gran pantalla y debemos actuar en consecuencia”.

Esa actuación pasaría por que esta cumpliera “una función de servicio público básica” ofreciendo contenidos de ficción en euskera. “Y no solo en la ETB-1, sino en la ETB-2 también”, propone Manias. De esta manera, asegura que se inculcarían unos hábitos de consumo en euskera a esta audiencia que, al final, terminaría redundando en favor del cine en euskera. “Por eso creo que en este aspecto no estamos haciendo las cosas bien y esto se ve claramente en las horas de doblaje de la ETB”. Si el total de horas de doblaje en los años 90 era de 1.800, en 2013 solo fueron 375. Otra herramienta: que siempre haya una oferta mínima en euskera -aunque sea utilizando los subtítulos- en las salas de cine vascas.

Para Irune Gurtubai, productora de cine, la clave de la promoción recae en la internacionalización de las películas. Precisamente, su última película, Pikadero, es una coproducción entre Escocia y Euskadi. “Al ser un director escocés y la película estar en euskera hemos llevado el filme a muchos festivales internacionales”.

Para Gurtubai, una vez fuera, en los festivales de cine, no hay tanto problema a la hora de la distribución, ya que en la mayoría de los países están acostumbrados a consumir cine con subtítulos. “Y además acuden distribuidores de diferentes países, entre ellos, también de salas especializados en cine de autor”. Para llegar a estos certámenes, Gurtugai opina que es imprescindible el enfoque que puedan darle desde esta nueva generación. “Puede que a veces la temática sea la misma, pero la perspectiva es totalmente diferente”.

Un milagro Lara Izagirre, directora de Un otoño sin Berlín, está de acuerdo en que el cine vasco tiene que salir de Euskadi. “Si se afianza mucho aquí, al final hace que no salgas y eso supone una barrera”. No obstante, más que llegar a Europa y el resto del mundo, Izagirre aboga por consolidarse primero en el Estado español. “La distribución a nivel internacional es muy complicada, así que hay que ir paso a paso”. Además, recuerda que aunque hay mucho talento, la expectativa es igual o incluso superior, por lo que no cree que puedan mantener indefinidamente el nivel de Loreak y Amama. “Lo que está sucediendo con el cine en euskera es un milagro que pocas veces va a pasar ”. En cambio, Joseba Usabiaga, actor de Goenkale y ahora de la película Pikadero, se muestra más positivo. “Hay un par de largometrajes importantes que se van a rodar en 2016 y que van a tener mucha repercusión, incluso más que este año”. A corto plazo Usubiaga lo tiene claro: “El cine vasco va a dar bastante que hablar”.