Vitoria - Fue en 1976 cuando se iniciaron los trabajos, una labor llena de “entusiasmo” y “algún que otro inconveniente”, como recuerda Ramón Loza Lengaran, labores que se alargaron hasta 1982 y que ahora, aunque se haya cambiado de siglo por el camino, se convierten en libro, en una nueva entrega, la decimotercera, de la serie Memorias de Yacimientos Alaveses bajo el título de Las termas romanas de Arkaia/Suestatium.

El volumen, realizado por Loza junto a Javier Niso Lorenzo y Miguel Loza Uriarte, supone la culminación de aquel proceso de excavación y estudio, un último paso que debe servir tanto para divulgar lo realizado entonces como para conocer las actuaciones puntuales llevadas a cabo hasta la actualidad (que también se recogen en el libro) y, sobre todo, para ser un aliciente de cara al futuro, a aquellos que el día de mañana se encargarán de seguir profundizando en el patrimonio alavés para su cuidado y puesta en valor.

Para acompañar la publicación, cuya presentación se produjo ayer en el Bibat, este museo acoge hasta el verano una exposición divulgativa (In corpore sano) para conocer, según explicó la Diputación, de manera “más visual y sencilla en qué consistía la costumbre de las termas romanas” tomando a Arkaia como ejemplo.

De hecho, los estudios hablan de la existencia en esta parte de Álava de un poblado que podría remontarse hasta el siglo IV antes de Cristo, lugar al que luego llegaría el Imperio Romano, que construyó, en el siglo I después de Cristo estas termas monumentales, claro ejemplo de la importancia que llegó a tener este asentamiento. En todos esos aspectos profundizan tanto el libro como la exposición, aunque también se puede acudir a Arkaia y viajar en el tiempo.