Qué hay que hacer para ganar un Goya?”, se pregunta el actor Dani Rovira en el spot de la 29 edición de los premios, ante la peculiar clase formada por siete alumnos aventajados en esta materia (los cinco primeros ya han sido premiados): Manuela Velasco, Antonio de la Torre, Joaquín Núñez, Terele Pávez, Macarena García, Clara Lago y Goya Toledo. Apenas faltan tres semanas para que el malagueño dé el pistoletazo de salida a la gala de los Goya, en los que figuran varios nombres vascos. Nominaciones que culminan un gran 2014, con producciones de calidad, y que suponen una recompensa para la industria cinematográfica vasca.

Sorpresa. La palabra que mejor define la reacción de los directores de Loreak, Jose Mari Goenaga y Jon Garaño tras enterarse de que el filme vasco había logrado hacerse un hueco entre los cinco que optan a la categoría reina de mejor película. “No nos esperábamos figurar entre las cinco finalistas”, comentaba Garaño hace unos días a este periódico, aturdido todavía por la nominación, de la que tuvieron constancia mientras se encontraban en el festival de Palm Springs (California).

De allí tampoco han vuelto con las manos vacías, ya que Loreak ha resultado la mejor película latina. “Sería una sorpresa mayúscula ganar el Goya, pero no hay que perder la esperanza. Aunque creo que no tenemos ninguna opción”, admitía el codirector de este título que se estrenó en septiembre como la primera película rodada íntegramente en euskera que optaba a la Concha de Oro en el Zinemaldia. Ahora también hará lo propio en los Goya. Para Garaño la nominación “es algo histórico y muy bonito”, ya que “de alguna forma estamos ayudando a que se dé a conocer el cine que se hace aquí, en euskera”.

No obstante, imponerse el día 7 no será tarea fácil, porque tendrán enfrente a cuatro grandes competidoras. El thriller políciaco La Isla Mínima, de Alberto Rodríguez, y uno de los taquillazos de 2014, El niño, de Daniel Monzón, con 16 y 17 candidaturas respectivamente, parten como favoritos en esta lista que completan Relatos Salvajes, de Damián Szifrón (9 candidaturas), y Magical Girl (7 candidaturas), la gran triunfadora del Zinemaldia con la Concha de Oro a mejor película y la Concha de Plata a mejor director para Carlos Vermut.

Hay que recordar que la de mejor película no es la única categoría en la que competirá Loreak. El compositor Pascal Gaigne, quien ya obtuviera el galardón a mejor canción para Verbo junto al rapero Nach, también ha sido nominado como autor de la mejor música original y tendrá que medirse con Roque Baños (El Niño), Julio de la Rosa (La isla mínima) y Gustavo Santaolalla (Relatos Salvajes).

presencia vasca Jorge Guerricaechevarría, alavés de adopción y ganador del Goya a mejor guión adaptado por Celda 211, este año comparte nominación con Daniel Monzón al mejor guión original por El niño. Ocho apellidos vascos, la exitosa comedia de Emilio Martínez-Lázaro con guión de los guipuzcoanos Borja Cobeaga y Diego San José que se convirtió el año pasado en la película española más taquillera de la historia, ha logrado un total de cinco candidaturas entre las que se encuentran la de mejor interpretación masculina de reparto para el alavés Karra Elejalde, mejor dirección de fotografía para el donostiarra Kalo Berridi o mejor canción original por el tema No te marches jamás, compuesto por el getxotarra Fernando Velázquez. Dani Rovira y Carmen Machi podrían alzarse con la estatuilla en las categorías de mejor actor revelación y mejor actriz de reparto, respectivamente.

En lo que respecta a la mejor película de animación, la vasca Dixie y la rebelión zombi compite con La tropa de trapo en la selva del arcoíris y Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo, que acumula hasta seis candidaturas y parte como favorita. “Esta nominación es un premio para todo el equipo, que ha invertido dos años de su vida en este proyecto”, explica Joxe Portela, de Abra Producciones, la productora de Dixie y la rebelión zombi. “Teníamos la esperanza porque se hacen muy pocas películas de animación, pero sabemos que ganar contra un peso pesado como Mortadelo y Filemón es muy difícil”, vaticina.

Sin abandonar el campo de la animación, pero dentro de la categoría de mejor cortometraje se encuentra Sangre de Unicornio, que comparte nominación con A lifestory, A lonely sun story, El señor del abrigo interminable y Juan y la nube.

Esta peculiar reinterpretación de la historia de Caín y Abel de la mano de las productoras bilbainas Uniko y Abrakam Studio tiene como protagonistas a dos osos, inmersos en una atmósfera fantástica utilizada para abordar temas como la envidia o el egoísmo. “Nuestro cortometraje destaca sobre el resto por su estética, por su narrativa... puede ser un handicap o un punto fuerte a nuestro favor”, opinan Iván Miñambres e Iñigo Gómez, de Uniko.

Esta no es su primera incursión en los Goya, puesto que en 2012 ya consiguieron alzarse con un galardón en la misma categoría con Birdboy, obra también del ilustrador Alberto Vázquez. Este año compiten con un cortometraje confeccionado siguiendo la técnica stop-motion, mediante la cual los ilustradores han ido componiendo las imágenes en acuarela fotograma a fotograma, para posteriormente ser escaneadas y compuestas digitalmente.

Loco con ballesta, del alavés Kepa Sojo, y Trato preferente, de la productora bilbaina Mailuki Films, por su parte, son las dos obras vascas de las cinco que luchan por el galardón a mejor cortometraje de ficción junto a Café para llevar, Safari y Todo un futuro juntos. La primera, obra de Sojo, está protagonizada por el nominado Karra Elejalde y Andrés Gertrudix, en la piel de un padre y un hijo que deciden emprender una excursión al monte a por setas. “La competencia es grande porque los cuatro cortos que están seleccionados con nosotros son muy buenos y hemos coincidido con casi todos en muchos festivales; así como algunos años había algún claro favorito, este año estamos bastante igualados y podría pasar cualquier cosa”, avanza el director.

Eduardo Escribano, de Mailuki Films, se mostraba ilusionado y sorprendido con la nominación de Trato Preferente, un cortometraje “de apenas tres minutos” dirigido por Carlos Polo y protagonizado por una anciana víctima del fraude de las preferentes que decide tomarse la justicia por su mano cuando le comunican que ha perdido todos sus ahorros. “Vamos a Madrid con toda la ilusión del mundo, sabiendo que hay otros nominados que son muy potentes, pero soñar es gratis y ya es increíble haber llegado hasta aquí”, confiesa Escribano.