Alava, una tierra unida a la cultura del vino, el color elegido este año por el Instituto de color Pantone como tonalidad del 2015 le va como anillo al dedo. Se trata del Marsala, lo que llamado de otra manera viene a ser el color vino tinto de toda la vida, pero que toma su nombre de un preciado vino italiano.

Y muchos dirán, ¿Y de dónde sale la idea esa de que un año ha de tener un color? Pues del Instituto de Color Pantone, que es el encargado de decidir cada año cuál será el color que reinará en el mundo de la moda los próximos 365 días, algo que hace desde el año 2000 y según ellos se trata de designar un color con el fin de expresar con colores el espíritu global del momento. “Es un color que resonará en todo el mundo, el color Pantone del Año es un reflejo de lo que la gente está buscando, no es necesariamente el color de moda del momento, pero es un color que cruza todas las áreas de diseño, que es una expresión de un estado de ánimo y una actitud, por parte de los consumidores”, afirman desde la institución.

Pues bien, ya está aquí el 2015 y ya está aquí el Marsala, que encarna para Pantone las raíces, la tierra de color marrón rojizo. Es un tono que caracterizan como cordial, elegante, universalmente atractivo y que gracias a su versatilidad puede traducirse a la moda, la belleza, el diseño industrial, los muebles para el hogar y los interiores.

No se sabe si influye o no, pero lo cierto es que sobre las pasarelas (que ya mostraron hace tiempo las colecciones para este invierno de 2015) se vio una predilección por este color que se equilibra en la delgada línea que separa el granate del rojo púrpura. Algunos ejemplos dignos fueron las creaciones de Carven, Dolce & Gabbana y Burberry Prorsum, entre muchos otros. Las que, por supuesto, han marcado tendencia con este color han sido las celebrities. Inolvidable el Gucci que lució Blake Lively en Cannes. Otras que se apuntaron al carro fueron Mila Kunis, Enma Stone o Miranda Kerr.

“Al escoger el color de 2015 nos encontramos con La necesidad de algo más robusto y que llevara a las raíces y lo más interesantes es el hecho de que es una tendencia de la tierra que también da sofisticación, lo que lo hace un tono versátil”, afirmó Leatrice Eiseman, la directora ejecutiva del Instituto de color de Pantone.

A su favor el Marsala tiene que se trata de un color válido y aceptado tanto para mujeres como para hombres (a los que Pantone invita a experimentar aplicando una pincelada de éste color a diario) y que combina perfectamente con casi todas las tonalidades de piel, no solo como prenda sino también en forma de barra de labios o de laca de uñas. En el aspecto de la decoración o del packaging, un acabado mate resalta la naturaleza orgánica de Marsala al tiempo que añadirle brillo transmite un mensaje completamente diferente de glamour y lujo, lo que demuestra su versatilidad. Vamos, que así visto parece que este color lo tienen todo?

Pero el Marsala, además de ser un color, es un vino producido en la región que rodea a la ciudad italiana de Marsala (Sicilia). Recibió la Denominación de Origen Protegida en 1969. Aunque los habitantes de la ciudad toman a veces Marsala añejo, el vino producido para exportar y el que le ha hecho famoso es siempre fortificado y parecido al Oporto. Originalmente el Marsala se fortificaba para asegurar que resistiría viajes marítimos largos, pero actualmente se hace debido a su popularidad en el mercado exterior. Lo cierto es que se ha hecho famoso como un vino dulce muy usado en cocina y que acompaña estupendamente a los postres a temperatura ambiente o que también se puede servir más fresco para maridar con quesos.