málaga- Borrón y cuenta nueva, es lo que debe pensar Melanie Griffith tras su divorcio con Antonio Banderas. Para borrar todo rastro del actor, decidió eliminar el tatuaje de su brazo en el que llevaba un enorme corazón con el nombre de su exmarido, que se dibujó en 1998 en su brazo derecho. Pero, con el fin de su relación de 18 años, la actriz quiere borrar de su vida no solo al padre de su hija, Stella del Carmen, sino también cualquier recuerdo del actor malagueño. Mientras encuentra el método definitivo, Melanie se ha dejado ver estos días en el Festival de Cine de Taormina, en Sicilia (Italia) con el tatuaje maquillado. -DNA
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