Cuando su matrimonio se desvanecía y la tristeza y la melancolía le embargaron, Ragnar Kjartansson (Reikiavik, 1976) transformó su dolor en melodía. Fue el puente hacia la superación de la ruptura con su primera mujer y madre de su única hija. Así nació The visitors (Los visitantes) en 2012, una obra de 64 minutos grabada de una sola vez y que se proyecta por primera vez en el Estado en el Museo Guggenheim Bilbao.

En concreto es en la sala Film&Vídeo de la pinacoteca donde se encuentra la videoinstalación del artista que podrá ser visitada hasta el 7 de septiembre. Allí suenan una guitarra eléctrica, una acústica, un bajo eléctrico, dos pianos, una batería, un acordeón y un violonchelo en una pieza cuyo título alude al último álbum del grupo musical Abba en 1981, cuando se hallaba en el momento de desintegración y ruptura. "He intentado captar la melancolía", subraya el artista, quien ya ha expuesto su obra en museos de todo el mundo. Y es que desde su estreno en el Migros Museum für Gegenwartskunst de Zúrich en 2012, The visitors ha sido exhibida en Malmoe, Nueva York, Viena, Milán y Ohio.

"Nuestro matrimonio se estaba deteriorando antes de comenzar a hacer la obra", explica Kjartansson. Por ello, para aliviar la pérdida, compuso la melodía a la que acompañó de un poema compuesto por su exmujer y que los músicos cantan repetidamente durante la grabación. El lugar en el que realizó la obra es una casa familiar situada en un valle próximo al río Hudson en Nueva York. "Parece un lugar elegido casualmente pero no lo es. Es una casa de 1870 y los que viven allí son los descendientes de los propietarios originales", asegura el creador.

"Desde la primera vez que la vi quise hacer algo en esa casa. La gente que vive allí es realmente estupenda. He establecido una relación con ellos y es como si yo fuera su hijo de acogida", relata. Decidido a llevar a cabo la pieza, se puso en contacto con varios de sus amigos intérpretes y los repartió en nueve estancias distintas de la casa en las que cada uno de ellos tocó su instrumento. "Lo grabamos de una sola vez, y de hecho teníamos sólo una oportunidad para rodar todo en una toma. Éramos mis amigos y yo divirtiéndonos y funcionó, fue fantástico", asegura Kjartansson. "Pensé que iba a salir una mierda pero, sea por lo que sea, funcionó. Ha salido bien y ahora estoy muy contento de que se exponga en el Museo Guggenheim", confiesa. El creador define esta pieza como "un trabajo muy personal", en el que él mismo decidió situarse en la bañera de uno de los cuartos de baño tocando la guitarra acústica y cantando. Todo ello en una composición que el artista valora como "un punto de inflexión" en su carrera.

Pasado y futuro Ragnar Kjartansson confiesa que sus primeros pasos en el arte fueron en el garaje de su padre. "Tenía 14 años. Hicimos unos cuadros horribles y un jazz terrible también, pero, bueno, éramos muy activos", recuerda. El artista asegura que "los primeros pasos consisten básicamente en que tienes la idea de que quieres ser artista. Pretendes serlo. Es como si te pusieras ropa de artista y realizases un cuadro tal y como imaginas que deben ser los cuadros". Con el tiempo Kjartansson se ha transformado en un creador que define su forma de trabajo como "una mezcla entre miedo absoluto, megalomanía, estrés, mucha organización y un momento de distensión y relajación". "En realidad combino muchas cosas. Elaboro muchos temas y trabajo mucho con la música, pero siempre me gusta definirme como un artista performance, independientemente de que haga música, dibuje y me encante la actuación", subraya. En cuanto a su futuro cree que "el miedo se va a ir controlando. El coraje es importante, pero en las obras hay tanto coraje y valor como miedo". "Para mí el arte da sentido a la vida. No todo el mundo comprende el arte moderno, pero lo harán en el futuro. Todo el mundo ha llegado a entender cosas muy modernas. De hecho ya ocurrió hace cincuenta años", destaca.

Además, el artista islandés tendrá una charla el próximo martes con Álvaro Rodríguez Fominaya, comisario de esta exposición. En este encuentro hablarán sobre el proceso creativo de la obra The visitors. Será en el Auditorio del Museo Guggenheim Bilbao, con entrada gratuita, a las 18.30 horas.