Amurrio - El Amurrio Antzokia acoge hoy, a las 20.00 horas, un homenaje a la figura del músico y compositor gasteiztarra José Tomás Uruñuela, del que el año pasado se celebró el cincuenta aniversario de su fallecimiento. Y es que, el contemporáneo y amigo de musicólogos tales como José María Nemesio Otaño, Jesús Guridi y José Gonzalo Zulaika, así como consejero de la Escuela de Artes y Oficios de Vitoria en 1919, pasó parte de su vida en la pequeña localidad amurrioarra de Baranbio donde creó el grupo de danzas y una escuela de txistu, además de componer música.
De su estancia en este pueblo -que el pasado diciembre le honró con el descubrimiento de una placa en la casa donde residió- son sus composiciones Itsalde Erresona (1927), Nork Orain y Agur Maria (1929), entre otros trabajos de arreglos musicales. De hecho, aprovechó su paso para recorrer todos los pueblos que pudo, recopilando música que luego plasmó en sus partituras, así como danzas y bailes tradicionales vascos que ayudó a recuperar.
De esta forma, en el homenaje de hoy se pasará revista a los momentos vitales y artísticos más importantes de este maestro nacido en Gasteiz el 28 de julio de 1891 y fallecido en San Sebastián el 3 de julio de 1963, mediante la proyección de un montaje videográfico. Con todo, el plato fuerte será la presencia del Conservatorio de Danza José Uruñuela, con el estreno de una coreografía preparada para este día por la profesora Elvira Illana Ezpeleta. Además se contará con la actuación de Amurrio Abesbatza. La asistencia es gratuita, pero dado el límite de aforo, las personas que quieran acudir deben pasar por la casa de cultura a recoger las entradas.
Ya mañana, a las 17.30 horas, el teatro amurrioarra acogerá la puesta en escena de la obra infantil El camino de las palabras, a cargo del grupo Zanguango.
Se trata de un espectáculo que combina las técnicas de cuentacuentos con los títeres de sombra, las marionetas y la música, con el fin de ofrecer a niñas y niños a partir de tres años una oportunidad de disfrutar de la diversidad cultural a través de relatos de las tradiciones centroamericana y europea, tales como Quetzalcoat y el origen del cacao y Max, el dragón que recuerda quien es. En definitiva, un espacio para compartir la magia del lenguaje, para reflexionar sobre el verdadero valor de la riqueza y sobre quiénes somos, todo ello acompañado del sabor del chocolate. Las entradas tienen un precio de 2 euros.