Londres - Más de 300 millones de discos vendidos avalan la trayectoria de Elton John en casi medio siglo de carrera. Treinta de ellos se deben a Goodbye yellow brick road (Universal), quizás el disco más destacable de su carrera, el que incluye éxitos como Candle in the wind y Saturday night´s alright for fighting. Coincidiendo con la salida a la venta de las entradas de su concierto en BEC, el 2 de noviembre, se reedita este disco megalómano y de gran calidad en su 40º aniversario, con añadido de varios directos y el tributo de músicos como Fall out Boy, Zac Brown Band o John Grant.

Su música almibarada de los 80 y los 90, su imagen rechoncha de tipo bonachón, algunos (sí, todavía) prejuicios sexuales y su particular gusto estético, a menudo rayando lo hortera, han rebajado la trayectoria artística de Elton John para las generaciones jóvenes, que desconocen grandes discos de los años 70 como Madman across the water o Goodbye?, y su reactivación en el último milenio, bien con producciones que han rescatado del olvido a Leon Russell o con discos propios que han pasado injustamente desapercibidos como Songs from the West Coast.

La reedición de Goodbye yellow brick road, que se completa con varias tomas en directo en el Hammerstith Odeon en 1973 y versiones dispares realizadas por músicos como Emeli Sandé, la rockera Imelda May, Fall out Boy, Zac Brown Band, Ed Sheeran y Miguel con Wale a ritmo de rap, debería servir para abrir las orejas a las nuevas generaciones y disfrutar de un disco doble -76 minutos- obligado para referirse a la música de los años 70.

John, siguiendo el ejemplo de los Stones y Cat Stevens, decidió "buscar el sol" y trasladarse a Jamaica, para grabar Goodbye? Una disputa por la propiedad del estudio y la huelga posterior acabaron "en un desastre", según el músico británico. La decisión fue regresar a los conocidos estudios Château d´Herouville, a las afueras de París, y allí se acabó grabando esta obra maestra en apenas 17 días. "Fue muy rápido, la gente lo hacía así en esos años, aunque también fue gracias a mi increíble banda", apostilla John.

En 1973, John tenía 26 años y "un montón de energía, con la adrenalina de los 18, ya que estaba lejos de haber avanzado como la mayoría de la gente de mi edad; crecí en los 50 y no tuve sexo hasta los 23", recuerda el cantante y pianista, que, con la inestimable ayuda de su alter-ego Bernie Taupin, creó 17 canciones. "Fue muy divertido y no hubo angustias ni problemas. Todo fue máquina engrasada y feliz. Me apoyaban George Harrison y The Band, una gran compañía, buenos músicos? Estaba en el lugar adecuado en el momento perfecto", reflexiona.

Sexo y fama Su repertorio, voraz estilísticamente, fluctúa entre la experimentación de Funeral for a friend/Love lies bleeding, el reggae de Jamaica jerf-off, el country de Roy Rogers, el pop de Harmony, baladas que oscilan entre el soul de I´ve seen that movie too y el jazz en Sweet painted lady, el r&b de Bernie and the Jets? Y ofrecen mucha calidad, más allá de las conocidas Candle in the wind y la rockera Saturday night´s alright for fighting.

Tras su escucha queda un regusto amargo, el de un autor que se sentía acosado por su sexualidad (All the girls love Alice habla de la homosexualidad) y la fama y el éxito. "En escena era feliz, ese era mi mundo, el que me había creado. Pero cuando bajaba de él? era homosexual y vivía con mi manager pero era muy inmaduro y tenía muchos problemas. Era una persona vulnerable que en el escenario intentaba ser otra persona", explica ahora Elton John. "Un montón de gente con éxito en el arte carece de esperanza fuera de este mundo", concluye el británico.