la cadena Cuatro, del grupo Mediaset, ha puesto en antena un nuevo reality que lleva por título Un príncipe para Laura, ¿ranas o príncipes? y que promete momentos deliciosos para el espectador por la excelente postproducción del programa que conduce con salero y personalidad Luján Argüelles, una presentadora a la altura de las circunstancias. Arrancó el pasado jueves con un impresionante desfile de candidatos a la mano de la princesa Laura, bella jovencita mallorquina, de 21 años, estudiante de Educación Infantil que pronto descubrirá en qué manglar se ha metido porque los pretendientes de la primera semana dejan mucho que desear por su pintas, aficiones y filosofía de vida. Desde un aficionado a la fotografía que sueña con sacarse una instantánea al lado de famosos del variopinto panorama de la actualidad, preferentemente políticos de la gaviota, hasta mulatos dispuestos a enamorar y gozar con la guapa concursante, hay un muestrario de experiencias, trayectorias humanas y profesiones diversas, pero se lleva la palma un aficionado a la meditación, que pretender entender y explicar el mundo mundial, pero que en los actuales momentos se gana las habichuelas dorando almendras garrapiñadas, escena cumbre de una noche divertida por el sentido del humor de quienes hacen del trabajo de montaje un ejercicio de humor, chirigota y cachondeo fino televisivo. 24 jóvenes aspirantes al lecho nupcial en una nueva edición ahora con Laura, antes con Corina, que se siente arropada por sus amigos Ana y Mateo para discernir la catadura de los especímenes que van desfilando ante el real trono de la princesa, descubriendo el amor de su vida o la gran decepción, vaya usted a saber. Bruján hará de hada madrina o de agitadora de sentimientos y pasiones en esta producción que promete por el variopinto escaparate sociológico de los actuantes, caleidoscopio calcado de esta sociedad.
