gasteiz. La historia de una chica musulmana de once años que no quiere renunciar a su sueño de ser animadora en un instituto estadounidense fue elegida ayer por el jurado de la decimoséptima edición del Festival de Cortos de Vitoria, Cortada, como la mejor película de un certamen que ya es pasado tras cuatro intensas jornadas de proyecciones tanto en los Florida como en Artium y Montehermoso. Tryouts, de la realizadora catalana aunque afincada en Estados Unidos Susana Casares, encabezó un palmarés que se dio a conocer bien entrada la noche en los cines de la calle San Prudencio después de que el público disfrutase de la última sesión de proyecciones, bautizada como Freaky Power.
El visionado de estos títulos que caminan entre el surrealismo y lo inclasificable precedió a la entrega de galardones, una fiesta diferente a la de ediciones precedentes por los ajustes en el presupuesto de la iniciativa impulsada ahora por el Campus de Álava de la Universidad del País Vasco, aunque igual de entretenida y divertida. Eso sí, no fue el único premio que se concedió al conocerse la decisión adoptada por el jurado compuesto por la profesora universitaria Ana Iriarte, los realizadores Ane Muñoz y Ander Mendia, el responsable de la Vitoria Film Office Fernando López Castillo, y los periodistas y escritores Txani Rodríguez y David Mangana.
Así, Raúl de la Fuente se llevó a casa el galardón al mejor corto vasco por su trabajo en Minerita, mientras que la distinción al documental más destacado recayó en Asier Altuna por Zela Trovke. Asimismo, el certamen patrocinado por DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, también destacó, en el apartado de animación, a Iker Maidagán por su cinta Mirage.
En lo que respecta al mejor cortometraje alavés, el premio Hemengoak fue a parar a las manos de Dennis Conde gracias a la historia de La espera.