Ha pasado un lustro desde que vio la luz See the light. Pero a veces la vida marca caminos distintos a los previstos en un principio y en este tiempo Grendel no había vuelto a poner sobre la mesa un nuevo disco. La espera, eso sí, ha terminado. El quinteto de heavy metal cuenta desde este año con una nueva criatura entre las manos, un Rolling heads que se traduce en una decena de nuevas canciones realizadas por los alaveses.

"De disco a disco han pasado muchas cosas. Lo dejamos por un tiempo, yo tuve un accidente laboral por el que me tuvieron que operar de la espalda y después me lié también con Zenobia... así que nos fuimos juntando en el local de ensayo pero para hacer versiones más que nada y dimos un par de conciertos así. Pero poco a poco fueron saliendo los temas nuevos y los fuimos grabando", recuerda Javi, batería de una aventura que comparte con Aitor (bajo), Roberto (guitarra), Antonio (guitarra) y Jon (voz). Con el material ya preparado acudieron a los estudios Sonovision Rock Lab de Logroño para mezclar las canciones y masterizarlas junto a Dan Díez Benito.

Fue el pasado septiembre cuando el trabajo, de cuyo diseño se ha encargado Mystyca Producciones, se puso de largo con un concierto en la sala Jimmy Jazz en el que el grupo gasteiztarra acompañó a los ingleses Furyon. "El título del álbum (Rolling heads) lo teníamos claro desde hacía tiempo con todo lo que está pasando a cuenta de la crisis, es que tienen que rodar cabezas", ríe el batería.

Con la ayuda de nuevo de Oso para algunas de las letras ("porque nuestro inglés llega a donde llega"), el CD engloba títulos como 3 de marzo, Amazon heart, Cerveza y metal y The Precious black gold, entre otros. "La gente se va a encontrar con un disco con una producción mucho más profesional que nuestro anterior trabajo, que tenía igual un sonido más maquetero; y además el público va a poder disfrutar de un álbum de heavy metal clásico, de la época buena del heavy entre finales de los años 80 y principios de los 90. Es cañero, de eso no hay duda, pero las melodías no van a desagradar a nadie, no es un heavy en el que digas; qué de ruido. Es, como dice un amigo mío, muy en plan happy metal, más fiestero que otra cosa. Es algo muy fiel a nuestro estilo", describe Javi.

Con el disco debajo del brazo, Grendel retoma un camino que desde 2008 ha tenido momentos muy diferentes de idas y venidas. "En realidad hemos seguido la inercia de los acontecimientos que han sucedido. Cuando entré en Zenobia, al principio tenía mucha exigencia para aprender todo el repertorio, sin olvidar que ellos tienen el local de ensayo en Logroño y me tenía que desplazar mucho. Eso ha condicionado mucho los ensayos con Grendel, pero ahí también nos hemos apoyado en las nuevas tecnologías. Grabé todas las baterías en un ordenador y cuando yo no estaba en Vitoria le daban al botón. Y al revés pasó lo mismo, ellos fueron registrando los nuevos temas y cuando yo volvía, me ponía los cascos y sin parar", recuerda el batería, aunque con el paso del tiempo las cosas se han ido tranquilizando hasta cierto punto.

Es el momento también ahora de los directos, como el ofrecido en septiembre en el escenario de la calle Coronación. Y mientras se van cerrando nuevas fechas, el grupo sí tiene claro que quiere recuperar este año el Christmas Metal Festival.