Consigue usted hacer su primer largometraje, obtiene unas más que destacadas críticas de publicaciones especializadas... y, sin embargo, es imposible llegar a las salas comerciales con 'Cabás'. ¿Cuánta complicación, verdad?

Sí. Es que, bueno, los críticos de Fotogramas, Cinemanía y tal son prototipos del mercado ideal, están más atentos que nadie a las películas que salen. Pero, sí, más allá de ellos, está muy difícil el tema de la distribución de la película. Pero bueno, vamos haciendo presentaciones como la de hace unos días en Bilbao y hemos puesto también el filme en www.filmin.es.

¿Debe ser un tanto frustrante meterse en todo lo que conlleva un largo, aunque sea de bajo presupuesto, y tener que estar así?

Sí, bastante. Al final, lo que quieres es que la gente la vea, pero hay muchos factores que están en contra de ello: que es una película pequeña, que el cine tiene sus varios y diferentes problemas, que la gente está pasando por dificultades económicas... es que está todo muy jodido.

Por fortuna hay algo de vida gracias a las nuevas tecnologías.

Sí, la verdad. El hecho de que desde hace un mes esté en Filmin es un alivio porque el que la quiera ver tiene la oportunidad de hacerlo en su casa y por un precio asumible. Pero también me gusta el tema de los pases como el de Bilbao porque, para empezar, todas las películas ganan en una pantalla grande y además está muy bien eso de ir de ciudad en ciudad acompañando al largometraje.

Pero en su Vitoria natal no ha habido la oportunidad de encontrarse con 'Cabás'.

Lo he intentado, pero no hay tantas salas, que no sean las comerciales, donde proyectar en condiciones. Por ejemplo, en Artium hay un salón de actos pero no es un sitio preparado para esto. Sí que lo miré, no creas, pero fracasé en los primeros intentos y no lo he vuelto a mover. Me haría ilusión, de verdad.

La película se rodó en 2012...

Eso es. Se hizo en dos bloques, uno en el desierto de Almería en febrero, y otro en un piso en Madrid en junio, antes de que empezase a hacer calor de verdad (risas).

... para contar la historia entre Xabi y Sara.

La película empieza con la ruptura de ambos. Sara deja el piso con el alquiler del mes pagado y Xabi se queda solo con la necesidad de buscar un sitio al que escapar. Durante ese mes, él se va poniendo peor anímicamente y le empiezan a pasar cosas un tanto extrañas. Se pone enfermo sin que, en apariencia, exista una causa. A partir de ahí, Xabi se obsesiona con unos sueños que está teniendo, que es lo que transcurre en Almería, y... creo que no debería contar más (risas). Es que yo creo que las películas hay que verlas sin saber nada, pero absolutamente nada, de ellas. Esa sensación de ir al cine o pillar una película en la televisión y no tener ni idea más allá del título, es decir, verla a ciegas, es algo que hemos perdido. La sobreexposición es mala para la experiencia de ver una película. Pero, al mismo tiempo, es difícil convencer a alguien para que vaya a ver un filme sin contarle nada sobre él.

'Cabás' se hace con un presupuesto muy ajustado, por decirlo de una manera fina, que, supongo, al final es posible en gran parte por la cabezonería del director.

Lo de la cabezonería se da por supuesto. Es que si no está ahí... Es imprescindible. Y luego, por supuesto, hay otra cuestión esencial para poder llevar el largometraje a cabo y es el hecho de contar con amigos a los que he robado tiempo y esfuerzo. Ellos se han ofrecido a ello y han estado trabajando sin cobrar. Es decir, me han estado haciendo un gran favor. Sin esas circunstancias hubiera sido imposible hacer nada ante la falta de dinero.

Por cierto, una curiosidad ahora que hablamos de amigos: en el reparto aparece Nacho Vigalondo, que durante varios años vivió en Gasteiz, en el papel de ¿la ensalada?

Sí (risas), pero no me pidas que diga nada más. Es bastante evidente que no tiene un papel normal.

Llega el largometraje después de no pocos cortos y también una serie para Internet.

Bueno, en el caso de Menestra pimplollo ya no seguimos con ella. Cuando me vine a Madrid, en 2009, lo hice con dos amigos de la universidad, compartimos piso y salió la idea de hacer una webserie con capítulos muy cortos e ideas muy tontas. Era cuestión de grabar algo rápido y utilizarlo como vía de escape para determinadas ideas. Pero para el segundo año, uno de los dos compañeros ya se iba de Madrid porque aquí no encontraba trabajo, así que tuvimos que cambiar el concepto... bueno, y luego terminó por ser una pequeña chapuza (risas). En cuanto a los cortos, eso sí que no me detengo.

De hecho, ha realizado el último ('Magia') este mismo año.

Sí, en septiembre lo terminé. Eso es porque me obsesiono mucho con la idea de que si ha pasado un año y no he realizado un cortometraje, ese año lo he tirado a la basura, aunque haya estado, por ejemplo, escribiendo un guión. En 2012 estuve centrado en Cabás y ahora sigo con la promoción pero con la sensación de que me falta algo. Por eso cogí una idea que tenía por ahí y me obligué a llevarla a cabo. Fue algo muy rápido, grabado en una tarde, en mi casa, coincidiendo con que Didac Alcaraz venía de Barcelona para estar unos días en Madrid. Fue grabarlo, montarlo y publicarlo en muy poco tiempo.

Son trabajos que se pueden ver en Internet, igual que 'Cabás', propuestas en las que no sé si se puede rastrear una marca de la casa propia de Pablo Hernando.

El estilo no es algo consciente. Si lo es, es un fracaso porque es algo impostado y eso se nota. No sé si tengo un estilo personal, lo que sí tengo claro es que cuando voy a rodar no me lo planteo. No me imagino diciendo: este plano no es coherente con lo que he hecho hasta ahora. Esos razonamientos no los tengo. Tampoco en cuanto a los géneros. Yo tengo esta idea y la quiero hacer, ya está. Punto.

Acompañar al largometraje, como decía antes, también significa tener un contacto directo con el público que no a todos los realizadores les suele gustar.

A mí me encanta. Es algo que se agradece mucho y más cuando la gente se acerca después de ver la película y te cuenta cosas, incluso cuando no les ha terminado de convencer lo que han visto. Me gusta que alguien que se ha interesado por lo que hago se ponga en contacto conmigo, también a través de otros medios como Twitter.

No sé si alguien le ha preguntado que, con la que está cayendo y más en el sector de la cultura, cuál es la razón para dedicarse a esto.

Es que las vocaciones no son producto de una decisión racional. Es un impulso. El panorama está muy mal. En los próximos años, la mayor parte de la gente que quiera hacer películas o va a tener que hacerlas a una escala bajísima, sueldos incluidos, o va a tener que renunciar a realizarlas. No es un problema, por ejemplo, del IVA. Por supuesto que es una cuestión importante, pero con la subida o sin ella, yo tengo los mismos problemas. La verdad es que la situación actual desanima bastante, pero es que no hay alternativa: yo quiero hacer películas. No es con lo que gano dinero pero...

Dejar Gasteiz para irse a Madrid fue una necesidad, una aventura...

Los dos primeros en la Universidad del País Vasco, iba y venía todos los días de Vitoria a Bilbao y viceversa. Los dos siguientes ya me fui allí a vivir. Y cuando terminé... es que la industria audiovisual en España está en Madrid y me parecía que tenía que intentarlo y venir.

¿Y cómo es su vida por allí cuando no está de lleno en uno de sus proyectos para la pantalla?

Buena, encontré trabajo casi enseguida haciendo making off de anuncios de televisión y en ello sigo. Es mi sustento base. Pero vamos, tengo muchos amigos que han venido y se han vuelto a marchar porque las cosas están muy complicadas. Yo mismo he tenido épocas en las que he tenido que tirar de mis padres y he estado cerca de regresar a Vitoria durante un tiempo, ahorrar y volver a Madrid. Todos los sectores laborales están muy jodidos y el sector audiovisual, además, tiene sus propios problemas en España. Es decir, vive una doble crisis.

Aún así, ¿hay un segundo largometraje entre las manos?

Sí. Escribí un tratamiento para otro largo pero es un proyecto que si alguna vez alguien me da dinero, pues se podrá hacer. Ahora estoy escribiendo otro guión y mi idea es tenerlo acabado para navidades. Y luego, cuando esté completo, veré si es factible a una escala un poquito mayor que Cabás. Pero si no se puede hacer a corto plazo, tengo ya otra idea muy barata y fácil de hacer. Tendría que pedir muchos favores, pero pequeños.

¿Supongo, de todas formas, que a usted también le pedirán favores de vuelta otros compañeros?

Sí, claro. Por ejemplo, Canódromo Abandonado acaba de presentar en Sitges La tumba de Bruce Lee y yo me fui con ellos a grabar a Estados Unidos. Y cuando Lorena Iglesias hace su webserie Pampini me suele llamar para que le eche una mano, o...