El 18 de julio de 1939 no terminó la Guerra Civil española. De hecho, su relato se sigue escribiendo hoy, por ejemplo, en la reciente exhumación de cuerpos de fusilados en la localidad alavesa de Etxaguen, la fosa más grande de Euskadi. Y refleja también ahora en las paredes del Pabellón Universitario del Campus de Álava a través de una exposición dedicada al artista Koke Martínez, uno de tantos miles de niños vascos que en pleno conflicto tuvieron que salir de su tierra, en muchos casos para no volver nunca.

El valor artístico y el histórico se dan así la mano en esta muestra que ahora cierra en la capital alavesa el periplo que ha realizado por los otros dos territorios de la comunidad autónoma, un punto final que se alargará hasta el 28 de junio y que ayer por la tarde se inauguró con la donación de dos obras del creador a las localidades de Maeztu y de Cabredo (Navarra), donde el creador muerto en Londres en 2009 nació en 1926. El resto de piezas de esta parte de la colección ha sido donadas a la Universidad del País Vasco (el resto de fondos se encuentran depositados en la Universidad de Cambridge).

En la parte histórica, Koke Martínez and the Basque children of '37 relata a través de diferentes paneles explicativos las vivencias de aquellos más de 25.000 niños y niñas que tuvieron que abandonar a sus familias para escapar del horror de la guerra, siendo casi 4.000, como el artista navarro, los que terminaron en el Reino Unido. "Él tenía once años cuando le tocó vivir aquello. Separarse de los suyos le causó una furia y una angustia que siempre ha estado reflejada en su obra", explica Carmen Kilner, portavoz de la asociación Basque Children of '37. "Hoy estaría encantado al ver que ha regresado a casa", apunta.

En lo que respecta al lado artístico, la exposición reúne una pequeña selección de las 300 obras donadas a la UPV, una mirada dividida en diferentes áreas temáticas que deja ver a un hombre influenciado por el surrealismo inglés y por las enseñanzas creativas de José Estruch, director teatral y amigo de Federico García Lorca. "En la historia del arte vasco hay nombres muy conocidos, pero también historias que nunca se cuentan como la de Koke Martínez", describe Josu Rekalde, decano de la Facultad de Bellas Artes de la UPV.

Son esas dos vertientes las que marcan una propuesta que aterriza en la capital alavesa para recordar a muchos que existe un pasado que algunos quieren olvidar y que otros no condenan.