Fue terminar las casi tres horas de final en un abarrotado Teatro Principal y su txiki salió disparado por el escenario. Tras el fuerte abrazo a Oihane Perea se le veía la sonrisa desde la calle San Prudencio y eso que su hijo se llevó la txapela como trofeo. "La verdad es que no me lo esperaba antes de comenzar el campeonato", decía. Tanto que "no teníamos nada previsto para esta noche (por ayer) pero habrá que tomarse unos potes, ¿no?".

Fue el epílogo a la final del Campeonato de Bertsolaris de Álava, una aventura que comenzó a finales del año pasado con las pre-eliminatorias y con 52 participantes, la mayor cifra jamas obtenida en el certamen. El ambiente en las tablas gasteiztarras fue excelente, con un Principal rozando el lleno con gentes de todas las edades, espectadores que aplaudieron y mucho, bombo incluido. Y ante ellos, Perea consiguió su tercera txapela, la que ahora ocupará un lugar especial junto a las obtenidas en 2007 y 2009. Y a la gente de la Llanada, donde vive, y en especial a los componentes de su bertso eskola fue a quienes les dedicó el triunfo.

Un trofeo que, además, en esta edición de la competición organizada por la Asociación de Bertsolaris de Álava tiene un segundo premio, el pase, en representación del territorio, al campeonato absoluto de Euskal Herria, un pasaporte que compartirá con Manex Agirre, que no pudo revalidar su éxito de 2011 al quedar segundo, aunque el de Aramaio prometió ser un buen escolta para su compañera.

Ellos dos protagonizaron la última parte de una tarde intensa, seguidos, por orden de puntuación, por Iñaki Viñaspre (un año de estos tiene que ser campeón), Asier Otamendi (al que la décima se le resiste), Ruben Arlote Sanchez y el debutante Jagoba Apaolaza. "La verdad es que he empezado a cantar sin presión y he andado bastante alegre. Me venían las cosas fácil y en la segunda fase no me he desinflado, que siempre hay peligro de eso después de tantas horas cantando", apuntaba una Perea que asumía que la cita de Euskal Herria es todo un reto "que supone tomarse muchas cosas en serio, sobre todo porque hay que representar a toda esta gente; es una gran responsabilidad pero tenemos el verano para entrenar".

Eso ya llegará. De momento, Oihane Peleas, como rezaba una de las pancartas en el Principal, tiene que disfrutar de un éxito conseguido en una final en la que se vivieron algunos momentos brillantes, aunque no siempre la elección de temas ayudara. Desde el elefante del rey y sus amigas hasta Evaristo, por el escenario pasaron muy diferentes historias, algunas relacionadas con el alzheimer, otras con stripteases, otras con la doctrina Parot... Como siempre en estos casos, hubo para todo. Pero, por encima, destacó el comportamiento de un público volcado, numeroso, con ganas, intenso, que empezó a disfrutar en el exterior del teatro bastantes minutos antes de poder entrar.

Y es que tanto el nivel demostrado por los bertsolaris en la tarde-noche de ayer como la presencia de los espectadores son la mejor noticia de este campeonato puesto que son el reflejo del lema que ha acompañando a esta edición, Lotu!. Ahora hay que seguir el trabajo en las bertso eskolas que ya inundan todo el territorio, preparar el certamen absoluto de Euskal Herria junto a Perea y Agirre, y empezar a pensar en el Campeonato Inter Cuadrillas de Álava 2014. Mientras tanto, Perea, Perea... Perea.