MADRID. Cuarenta años han pasado desde que ambos coincidieran por primera vez. Ahora, una de las grandes damas del country, la estadounidense Emmylou Harris, vuelve para reflejar en Old Yellow Moon la amistad que le une al guitarrista Rodney Crowell, en un trabajo marcado por los grandes clásicos.

"No hubiera podido hacerlo sin él", asegura la cantante en una entrevista con Efe, en la que ha repasado desde sus inicios hasta su recién estrenada faceta como abuela, de la que adelanta estar aprendiendo todavía. Así, Emmylou Harris, ganadora de doce premios Grammy, describe en Old Yellow Moon una relación que comenzó en 1974, y que ha acabado materializándose en un disco en el que Crowell, miembro de su banda durante un largo tiempo, ha compuesto cuatro de sus canciones. Además, este dueto, con el que ambos cumplen un deseo pasado, incluye versiones de temas como Spanish Dancer, de Patti Scialfa, Chase de feeling, de Kris Kristofferson, o Hanging Up My Heart, de Hank De Vito. Se trata del álbum número veintidós de su historia en la música tras Hard Bargain, que recreaba su propia biografía, marcada por los cincuenta años de amor de sus padres, interrumpidos por la guerra de Corea, o la pérdida de su amigo, Gram Parsons. "Definitivamente es un reflejo de nuestra amistad. Nos hemos sentido muy cómodos trabajando juntos", explica Harris. Al margen de las letras, la artista estadounidense destaca todo el trabajo de interpretación que ha dado luz a Old Yellow Moon, con el que Harris y Crowell iniciarán una larga gira por Estados Unidos y Europa.