Vitoria. Se ha hecho esperar un poco más que otros años por aquello de las cuestiones presupuestarias, pero el Festival de Jazz de Vitoria ya ha empezado a dotar de contenido el cartel de su trigésimo séptima edición, una cita que se volverá a encontrar con el público entre el 15 y el 20 de julio en la capital alavesa. Y aunque todavía son muchos los detalles por desvelar, el certamen ha querido comenzar su particular cuenta atrás desvelando la que, sin duda, será su propuesta más fuerte de este año de cara al gran público, el reencuentro, en exclusiva, doce años después de Paco de Lucía y Chick Corea sobre el escenario de Mendizorroza.

Eso sucederá en la jornada de clausura, aunque este avance inicial también incluye los nombres del saxofonista Branford Marsalis, la cantante Melody Gardot, el trompetista Ibrahim Maalouf y el guitarrista Bill Frisell.

Dentro de no mucho, si se cumplen las previsiones de la organización, se completará el resto del programa tanto para el pabellón (empezando por la noche dedicada al gospel) como para el Principal, dentro del Jazz del Siglo XXI, y si nada cambia, hacia mediados del próximo mes se pondrán a la venta los primeros abonos y entradas.

Y algo muy extraño tendría que pasar para que la última doble sesión de este 2013 no cuelgue el cartel de completo antes de tiempo. Ese sábado 20 abrirá un Chick Corea que regresará a Gasteiz arropado por el contrabajista Christian McBride, el saxofonista Tim Garland, el batería Marcus Gilmore y el guitarrista Charles Altura. Tras ellos, el maestro Paco de Lucía hará lo propio junto, según su web oficial, a Alain Pérez, Antonio Serrano, David de Jacoba, Antonio Sánchez Palomo, El Piraña, Duquende y un Farru que, por cierto, actuó ayer en la capital alavesa. Para después ya se anuncia (no hace falta guardar la sorpresa), la unión del pianista y el guitarrista 12 años después de que ambos se encontrasen en el mismo escenario por primera vez. Qué puede pasar es una incógnita (los dos ya han estado hablando sobre ello), pero sin duda será algo para recordar, algo que no sucederá, por lo menos este año, en ninguna otra parte del mundo.

Pero antes de que eso llegue, en el festival habrán sucedido ya muchas cosas. Bueno, todo. Por ejemplo, un día antes, también en el polideportivo, tendrá lugar una penúltima doble sesión que tiene desde ayer su primer nombre confirmado, el de Branford Marsalis. El saxofonista vuelve nueve años después con su cuarteto (formado por el pianista Joey Calderazzo, el contrabajista Eric Revis y el batería Justin Faulkner) con su último trabajo, un Four MFs Playin' Tunes editado el año pasado, bajo el brazo.

La que debutará en el certamen será la voz de Melody Gardot, única protagonista conocida por el momento de la doble sesión del jueves 18. La cantante norteamericana es, por muchas razones, un caso único, una mujer joven que sin tener una discografía muy amplia ha conseguido vender millones de copias, sobre todo en su país, y meterse en el bolsillo al público de medio mundo gracias a las actuaciones que ha regalado en algunos de los festivales más importantes del mundo. Con The Absence, publicado el año pasado, se estrenará en Vitoria, escondida tras sus eternas y necesarias gafas de sol puesto que el mismo grave accidente que le terminó uniendo al jazz también le dejó una serie de secuelas físicas como su hipersensibilidad a la luz.

De todas formas, dentro del avance realizado por el certamen, sí hay una doble sesión que tiene ya puestos todos los nombres y apellidos. Es la del miércoles 17. Le tocará abrir a un hombre que el año pasado salió triunfante del Jazz del Siglo XXI y eso que las líneas aéreas le jugaron a él y al público del Principal una mala pasada. Con una hora de retraso y sin poder hacer una prueba de sonido en condiciones, el trompetista Ibrahim Maalouf se metió al personal en el bolsillo al poco de empezar un recital que dejó, anécdotas a un lado, un gran sabor de boca. Ahora, el músico nacido en Beirut vuelve, eso sí, con una compañía y una propuesta distintas. Junto a él se encontrarán con el saxofonista Mark Turner, el contrabajista Larry Grenadier, el batería Clarence Penn y el pianista Frank Woeste, con quienes desgranará su último disco, Wind.

Tras él, el relevo lo tomará el guitarrista Bill Frisell, otro viejo conocido del público vitoriano aunque han pasado 14 años desde su última visita. El prolífico intérprete norteamericano está a punto de publicar su último trabajo de estudio, un Big Sur que será la excusa perfecta para este regreso como lo podrían haber sido sus más que recientes discos Sign of live, All we are saying y Floratone II.

De momento, todo esto es lo que se sabe sobre la próxima edición del encuentro gasteiztarra, que no es poco pero, al mismo tiempo, es sólo una parte de la oferta que se está preparando tanto para el polideportivo como para el Principal, sin contar con los carteles paralelos que se puedan ir proponiendo de cara a esos días por parte de distintos escenarios de la ciudad.