Quinto disco de Gose y, siguiendo la tradición, no lleva más título que 'V' y un color identificativo como referencia, en este caso el naranja, en homenaje a Garbage.
Sí, por el pelo de la cantante. Realmente, en todos nuestros discos hemos intentado que haya algo de Garbage, pero no hemos conseguido mucho (risas). Es uno de nuestros grupos favoritos y se puede decir que Gose casi empezó por un concierto de Garbage. Yo descubrí a Inés en un concierto de Prodigy, y dije: "¡Hostia, esto no es normal, una trikitilari aquí!". Después, ya trabajando en la maqueta, fuimos al concierto de Garbage en Madrid, porque Inés no los conocía, y a partir de ahí se lío todo...
En esta ocasión habéis cedido la producción a Juan Sueiro y Moli, de SPAM. ¿Cómo reaccionaron estos dos músicos madrileños cuando se encontraron con un instrumento como la trikitixa?
Primero, alucinaron. Y luego le dieron un montón de posibilidades, tratándola como si fuera un sinte, y pasándola por mil filtros. Y, por otra parte, llevaron el sonido hacia el techno afrancesado. La verdad es que les hizo muchísima ilusión lo de la triki.
Pero, curiosamente, es el disco en el que, sin perder su carácter protagonista, la trikitixa menos figura, o al menos eso parece.
Parece que tiene menos triki, pero tiene mucha. Lo que sucede es que en muchas ocasiones parece un sinte. Es decir, tiene mucha triki filtrada, distorsionada y manipulada.
Sobre el nuevo trabajo afirmáis haberle dado una vuelta de tuerca a vuestro sonido. Pero, realmente, ¿no es eso lo que ha hecho Gose en cada trabajo editado?
Sí, también es verdad (risas). Lo que sucede es que como en éste nos hemos ido al extranjero, a Madrid, parece que hemos hecho algo más. Quizá ese haya sido el mayor cambio, salir fuera y no hacer el disco en casa, a nuestra manera.
En líneas generales, ¿es un disco con un tempo algo más lento?
No, yo creo que las canciones son más bailables, más techno... Pero claro, si trabajábamos con SPAM, ya sabíamos lo que había; y ésa era la idea. Lo de más pausado quizá sea por la sensación que da, al oír el disco, encontrarte con el segundo tema (Au revoir), que sí es muy pausado; de hecho es la más lenta que hemos grabado nunca.
De nuevo el 'problema' llega con el directo. Además de los temas del último trabajo, ¿qué vais a rescatar de los anteriores y qué tratamiento les vais a dar?
Siempre intentamos tocar casi todas las canciones del último disco, de hecho creo que en esta gira solo se quedan fuera una o dos. Y la verdad es que sí suele ser un problema cada vez que arrancamos los directos, ya que las secuencias y los sonidos que llevamos cambian mucho. Lo que hacemos es una especie de bloques, separando las canciones nuevas de las viejas para que no se note mucho.
¿Es inevitable preguntar cómo surgió la idea de hacer un video en 3D?
Éramos conscientes de que es complicado que la gente lo vea en 3D, pero hace una ilusión de la hostia hacerlo. Desde la experiencia conjunta en Japón, tenemos muy buena relación con Mikel Clemente. Así que la idea era hacerlo con él. Y como ahora está metido con el 3D, nos lo propuso y fuimos adelante con la historia. Y la verdad es que si lo puedes ver bien, en un cine, en condiciones y con las gafas buenas, es una pasada. Lo que estamos intentando hacer es meterlo en algunos cines en lugar del tráiler de otras pelis.
Rememorando la primera presentación en directo de este disco, subidos a un barco y tocando por la ría de Bilbao, ¿ya que el Athletic no consigue sacar la gabarra, lo hace Gose?
Sí, más o menos (risas). Pero como no somos bilbaínos, somos guipuzcoanos, realmente fue un desembarco (risas). Directamente fuimos a apoderarnos de ellos. Además, creo que siendo bilbaínos no podríamos haberlo hecho, porque sería una bilbainada horrible. Pero como giputxis, ejercimos de piratas (risas).
Para terminar, cinco discos ya dan para una buena perspectiva de la trayectoria desarrollada, ¿cómo se ven ahora los inicios de aquella locura, que arrancó en 2004, en la que se fusionaba la 'triki', el techno y el rock?
Ha sido una aventura super-currada, en la que ha habido que trabajar mucho, como en todo. Pero, en un proyecto de este tipo, en el que mezclas techno con varias cosas, lo que tienes que ganarte es la credibilidad; la gente se refería a nosotros como un proyecto, y no, somos un grupo. Esa credibilidad solo se consigue tocando, tocando y tocando. Siempre hemos intentando demostrar que somos un grupo y que tenemos muchas cosas que decir, aunque hagamos techno. No esperábamos llegar al quinto disco, esto ha sido un proceso que se ha fraguado a base de tocar y tocar. El año que menos conciertos hemos hecho fueron 40, eso te da credibilidad; y contar cosas, ya que hasta ahora el techno se quedaba en la movida de los Dj, que no tienen letras.